El Gobierno de Honduras decretó un toque de queda en Tegucigalpa a raíz de los disturbios que se registraron al cierre de una protesta de miles de seguidores del depuesto gobernante Manuel Zelaya.
El toque de queda regirá a partir de las 22.00 hora local de hoy a las 05.00 de mañana (de las 04.00 a las 11.00 GMT del miércoles), indicó en cadena nacional de radio y televisión el Gobierno que preside Roberto Micheletti. Miles de manifestantes que exigen la restitución de Zelaya en el poder se concentraron a unos 200 metros de la Casa Presidencial, pero al regresar a la Universidad Pedagógica Francisco Morazán se produjo el incendio de un autobús de la ruta urbana de la capital y el de un restaurante de comidas rápidas.
La policía atribuye los dos hechos violentos a seguidores de Zelaya, quienes desde diferentes regiones del país llegaron a Tegucigalpa para exigir la restitución del derrocado presidente. Otra manifestación similar se celebró sin incidentes en San Pedro Sula (norte), la segunda ciudad más importante de Honduras.
Desde que Zelaya fue derrocado, el 28 de junio pasado, la administración de Micheletti impuso un toque de queda en todo el país que estuvo un vigor hasta el 31 de julio pasado. La ordenanza quedó en vigor desde el 31 de julio solamente en la línea divisoria con Nicaragua del oriental departamento de El Paraíso, por donde Zelaya pretendió ingresar a su país el día 24 de ese mismo mes.
El toque de queda en la franja fronteriza de El Paraíso se disipó sin que lo anunciara el Gobierno de Micheletti, aunque en la zona continúa la presencia de militares y policías con la orden judicial de capturar a Zelaya si entra al país, para que responda por varios supuestos delitos que le atribuye el Ministerio Público. Zelaya fue sustituido en el poder por Roberto Micheletti, por designación del Parlamento, organismo del que era presidente.
Los seguidores de Zelaya que protestaron en Tegucigalpa tienen previsto permanecer toda la semana en la capital, aunque el dirigente popular Juan Barahona afirmó hoy que la estancia se prolongará hasta que regrese el depuesto gobernante y Micheletti salga del poder.