La secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, ha afirmado que la renuncia de Fidel Castro a la Presidencia de Cuba, anunciada en la mañana del martes en un mensaje a sus compatriotas en el diario Gramma, “podría ser” el comienzo del cambio en Cuba.
En declaraciones a RNE , Jiménez indicó que se trata de una “noticia importante” que quiere “medir con cautela”. A su juicio, después de que Castro renunciara “temporalmente” a su cargo en julio de 2006 y delegara sus poderes en su hermano, Raúl Castro, esta renuncia ya formal podría propiciar que puedan “comenzar a implementarse” las medidas de cambio que Raúl Castro ha venido anunciando en los últimos meses.
“El hecho de que formalmente renuncie es el momento en el cual Raúl Castro va a poder asumir con mayor capacidad, solidez y confianza ese proceso de reforma”, agregó la secretario de Estado.
Por su parte, el portavoz 'popular' de Exteriores en el Congreso, Gustavo de Arístegui, señaló que la renuncia a la Presidencia de Cuba anunciada hoy por Fidel Castro es “un dato positivo”, pero pidió a las autoridades de la isla que “se pongan manos obra para negociar con la oposición, con la disidencia y con los presos políticos no una sucesión en la dictadura sino una transición hacia la democracia”.
En declaraciones a RNE, De Arístegui explicó que “tampoco” puede estar “especialmente contento” por la noticia, ya que se puede producir “una sucesión en la dictadura y no una transición democrática”. De hecho, agregó, los acontecimientos que se han sucedido hasta ahora reflejan que el grupo que controla el poder “lo que desea es procurar blindar sus privilegios”.