El joven español va a ser más comprometido con el entorno en el que vive que las generaciones anteriores. El joven dejará atrás el concepto de 'pasota' para adoptar una actitud activista comprometida con los problemas sociales. Así lo afirma una investigación elaborada por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud denominada 'La sombra de la crisis: La sociedad Española en el horizonte 2018'.
Sin embargo, el estudio pone de relieve que en estos próximos cinco años habrá una débil presencia de los jóvenes españoles en los canales políticos tradicionales, debida a su desafección hacia los partidos y los sindicatos mayoritarios.
Esto desembocará en que los jóvenes se adherirán a opciones políticas novedosas capaces de recoger sus votos, como sucede en Grecia e Italia.
Asimismo, los jóvenes adoptarán nuevas formas de participación y protesta para temas sociales que afectan a España, como por ejemplo el modelo del movimiento 'Stop desahucios'. El apoyo para conseguir sus objetivos será un marco de movilización permanente, y mantendrán la ilusión del sector de la juventud que organizó el 15M.
Estas nuevas formas de movilización destacarán por una actuación pacífica y apasionada. Los adolescentes tomarán el testigo de estas iniciativas, y querrán desempeñar un papel de cambio en nuestra sociedad a partir de 2022.
Según el estudio, toda esta demanda de los movimientos juveniles en un futuro cercano tendrá respuesta por parte de los partidos y los sindicatos. Ambos atenderán las peticiones de las nuevas generaciones, aunque de forma insatisfactoria. Sin embargo, los jóvenes conseguirán un respaldo popular cada vez mayor.