El 'libro del buen amor' en internet

Rioja2

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Jane Coloccia, neoyorquina de 45 años, se animó a buscar pareja en la red y encontró una copiosa lista de candidatos que mentían sobre su edad, estado civil, peso y hasta sobre la cantidad de pelo que les quedaba en la cabeza. Con la experiencia de años en detección de mentirosos, ha escrito el libro 'Confesiones de una adicta a las citas en internet: un relato verdadero sobre las citas y las relaciones en la era de internet'. La obra muestra las ventajas, desventajas y la adicción a las citas obtenidas por esta fuente. Incluso está preparando un curso 'on line' -claro- sobre esta práctica.

“Llegué a tener tres citas por semana”, indica la autora. “Incluso un domingo llegué a quedar para desayunar, comer y cenar. Es muy agradable abrir el correo y leer que eres muy guapa y que alguien quiere quedar contigo”, admite.

El crecimiento de la industria de las citas por internet ha sido enorme, y se espera que el negocio continúe al alza. Según las cifras del analista de mercados Jupiter Research, sus beneficios se han duplicado en los últimos tres años, hasta superar los mil millones de dólares, y se espera un incremento del 16 por ciento hasta 2012.

MATRIMONIO, AMISTAD O SEXO

Coloccia reconoce que al principio le ponía nerviosa conocer a hombres que había conocido en internet: “Mi impresión antes de hacer esto es que la gente que quedaba en internet era un grupo de bichos raros, pero no es así”.

De todas formas, entre las buenas personas que ha conocido se infiltraban a veces hombres que mentían sobre sí mismos y sobre las razones de buscar pareja por internet. ¿Cómo saber quiénes? Para empezar, la autora dice que los hombres casados no suelen poner su foto, rara vez dan su número de móvil y tienden a mandar mensajes por la noche.

Coloccia tomó por costumbre que las primeras citas fueran sólo para tomar café, y cenaba únicamente cuando el candidato ya había probado ser más o menos de fiar. Además, tenía límites geográficos: eliminó de sus citas los hombres que residían en el extranjero y en la costa oeste de Estados Unidos (ella vive en Nueva Cork). Su consejo a los usuarios del sistema para quedar es preguntar concienzudamente antes de conocer a nadie, y leer su perfil con atención. A su novio actual, con el que lleva 18 meses, lo conoció en la red.