Contra de libro y balón que le llega a Ángel Fernández, recibe, bota, se acerca a los seis metros y reta a Mikler. El portero húngaro le detiene la pelota con el muslo. Ahí empezó a escribir el Veszprém su pase a los cuartos de final de la Velux EHF Champions League. De haber sido gol, hubiera sido el empate 16 después de un gran parcial del Naturhouse (5-1) que le volvió a meter en el encuentro nada más comenzar el segundo tiempo.
Pero ese error unido a tres goles calcados de Nagy, por partida doble, e Ilic fulminaron al conjunto de Jota González que acumuló demasiadas impreciones y fallos en ataque ante un rival de la entidad del bloque magiar que siempre fue por delante en el marcador y que demostró una gran versatilidad en la pista contraria, además de una defensa intensa y de una pareja de porteros de otra dimensión -si Mikler desquició a los locales, Alilovic detuvo hasta tres penas máximas-. Lástima que los riojanos no pudieran ni siquiera aguantar un resultado más corto, el duelo acabó con 23 a 31, que les dejara alguna posibilidad para el choque de vuelta del sábado próximo.
Sin embargo, toca aprender de este hito, no hay que olvidarlo. Si el Naturhouse ha llegado hasta este Last 16 es por méritos propios, por orgullo, por desplegar un gran balonmano y por partirse la cara en cada momento. Lo vivido el sábado en el Palacio tiene que servir para crecer, para regresar, si se puede la próxima temporada, con más ganas e ilusión, si cabe, y con más experiencia en la cabeza. Porque uno de los males del Naturhouse fue la mente.
Al Naturhouse le faltó creer en sí mismo, aunque la empresa era realmente complicada, pero quizá fue necesaria mayor convicción en momentos puntuales. Evidentemente, las ausencias de Garabaya y Thiagus se acusaron en el centro de la defensa y por ahí comenzó el Vezsprém a machacar. Con un soberbio Sulic que se ganaba siempre el sitio para recibir bolas en los seis metros liberado. Con cuatro goles del pivote en 9 minutos los húngaros se escapaban 2-6. El Naturhouse, que sólo pudo lanzar en dos ocasiones en 6 minutos, marcó su primer gol casi a los 7 minutos. Las dificultades en ataque de los pupilos de Jota González, malas decisiones en la elaboración unido a la fuerte defensa del Vezsprém, obligaron a que a los 6 minutos ya hubiera un tiempo muerto con 0-4.
Mejoría del Naturhouse
Por suerte, el Naturhouse supo rehacerse gracias a 4 paradas consecutivas de Gómez Lite y un fallo en el pase de los visitantes para marcar un parcial de 4-0 gracias a las entrada en pista de Juanín, Vigo -reemplazó a un Cacheda superado por el encuentro- y Eilert -horrible en muchas fases del partido-. El 5-6 a los 16 minutos era otra cosa. Stenmalm -gran partido el suyo- y Miguel Sánchez, ayudados por Luisfe, estaban más asentados. Pero claro, en el equipazo del Veszprém si no es uno, es otro. Sulic, soberbio con 6 de los primeros 8 tantos de su equipo, dejó que el serbio Ilic empezara a dejar muestras de su calidad en el lanzamiento. Con el 6-10 (minuto 21) tocaba dar otro arreón para que los de Antonio Carlos Ortega no se escaparan de forma definitiva. Sin embargo, mientras que el lateral seguía superando a Gómez Lite, el ataque local se volvía espeso ante el muro que ponía Roland en su portería y la fortaleza que imprimían Nagy y Terzic en su pista.
El 9-11 parecía que daba alas a los de Jota, sin embargo otro parcial de 0-4 dejó un marcador casi insalvable después de que en los últimos 5 minutos los riojanos no vieran portería. Por suerte, Rocas, con el tiempo ya cumplido, anotó desde los 7 metros para irse al descanso 10-15. El Veszprém, algo relajado, salió como a dosifcar, mientras que el Naturhouse fue a por todas. Puso más energía a la hora de defender y vio los frutos en ataque. Ángel Fernández, Luisfe, Eilert y Stenmalm colocaban, con sus goles, un 14-15 que obligaba al Veszprém a pedir tiempo muerto. Instantes después llegó la jugada decisiva, la que le vendrá a Ángel Fernández una y otra vez.
Con el Palacio volcado, los franjivinos merecían la igualada. La saborearon, pero se quedó en eso. En seguir apurando el sueño de estar en el Last 16. Mikler, por un lado, y Chema Rodríguez, por el otro, se encargaron de romper el choque. Porque el central español desarmó a la defensa local. Penetraba con velocidad para después dividir y dejar que bien Nagy, en dos ocasiones seguidas, o Ilic, el más habitual, lanzaran sin oposición para batir a Gómez Lite o a Aginagalde (salió con el 17-21 para tratar de dar brillo a la portería).
4 goles en 15 minutos
Pero donde el Naturhouse sufrío un colpaso fue en ataque. Del 18-21, cuando Rocas batió de penalti a Alillovic, con idéntica ejecución que ante Roland en el primer tiempo, se pasó al 21-25 cuando Eilert (minuto 16) y después Ángel Ferández dieron alas a los suyos. Pero la sucesión de errores en ataque, el acierto de Alilovic, que sólo salió para detener tres penas máximas (dos a Rocas y una a Ángel Fernández), y de Roland fueron estresando a un cuadro franjivino que se veía superado por la situación. El corazón les podía más, pero las piernas y la cabeza ya no respondían como era menester. La diferencia iba en aumento porque otra estrellas, caso de Zeitz o Marguc, también dejaban sus destellos de calidad.
La conclusión fue que el Naturhouse anotó 4 goles en los últimos 15 minutos, mientras que el Veszprém seguía a lo suyo. No se conformaba con ganar, quería sentenciar. Pese a que la intención de los locales era bajar el ritmo y tratar de no mantenerse en los 4 ó 5 goles abajo, el final fue una auténtica pesadilla, puesto que los 8 goles con los que los magiares llegan al partido de vuelta fue la máxima diferencia. Un marcador excesivo para el trabajo y esfuerzo de un Naturhouse que llegó ilusionado a la cita y que acabó superado, en parte, por la gran cantidad de imprecisiones propias en ambos lados de la pista (hubo varios goles encajados en la recta final que vinieron como consecuencia de un rechace tras parada de Aginagalde) fueron una losa. Toca levantarse y pensar en mostrar la mejor versión para que el duelo de vuelta (sábado 21 de marzo, 16.30) no deje tan mal sabor de boca por los errores propios.
Naturhouse La Rioja: Gómez Lite (p), Miguel Sánchez (1), Luisfe (1), , Stenmalm (4), Rocas (3,2p), Cacheda y Ángel Fernández (6), siete inicial, Aginagalde (p), Vigo (3), Juanín (1p), Pedro Rodríguez, Javi García (2) y Eilert (2).
MKB-MVM Veszprém: Mikler (p), Ilic (9, 1p), Nagy (2), Cristian Ugalde, Chema Rodríguez (1), Terzic (30) y Sulic (9), siete inicial, Alilovic (p), Gulyas, Ivancsik (2), Schuch, Carlos Ruesga, Nilsson, Zeitz (2), Marguc (3, 2p) y Lekai (1).
Parciales: 0-3, 2-6, 4-6, 6-9, 9-11, 10-15 (descanso); 15-16, 17-20, 19-24, 21-25, 22-29 y 23-31 (final).
Árbitros: Mattija Gubica y Boris Milosevic (Coracia). Amonestaron a Vigo, Stenmalm y Eilert; y a Schuch y Nagy. Excluyeron a los locales Eilert (min. 19) y Luisfe (min. 42); y a los visitantes Schuch (mins 20 y 34), Nagy (mins. 53 y 59), Zeitz (min. 55) y Cristian Ugalde min. 29).
Incidencias: 3.000 espectadores en el Palacio de los Deportes en el partido de ida de los octavos de final de la Velux EHF Champions League.