Más de la mitad de los 192 países que están representados en la cumbre sobre el clima que se celebra en Copenhague respalda objetivos más duros para limitar el calentamiento global, según ha afirmado este jueves un grupo formado por pequeños estados insulares, que afirma que el aumento del nivel del mar podría borrar a sus países del mapa.
La directora de la alianza de los Pequeños Estados Insulares [AOSIS], Dessima Williams, afirmó que más de 100 países se han mostrado de acuerdo en fijar un objetivo que limite el aumento de la temperatura a 1,5 grados celsius por encima de los niveles preindustriales. “La mitad de Naciones Unidas está pidiendo objetivos más ambiciosos y específicos”, afirmó Williams.
Los países menos desarrollados, la mayoría africanos, junto con los pequeños estados insulares, apoyan el objetivo de limitar el aumento de temperatura que requeriría una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero por parte de los países ricos de al menos un 45 por ciento respecto de los niveles de 1990 hacia el año 2020.
Cualquier pacto que se alcance en Copenhague tendrá que ser acordado por unanimidad. La mayor parte de los países desarrollados y las economías emergentes, lideradas por China e India, respaldan el objetivo de limitar el calentamiento a un máximo de dos grados celsius de los niveles preindustriales.
Las temperaturas ya han aumentado 0,7 grados y se prevé que sigan creciendo. “Vivimos en la línea de frente del cambio climático”, aseguró Williams, quien añadió que AOSIS quiere que de Copenhague salga un tratado jurídicamente vinculante y no una declaración política.
Incluso con el calentamiento actual, afirmó que muchas islas ya sufren “daño significativo, algunas ya están debajo del mar, y otras están perdiendo su suministro de agua potable”. Algunas barreras de coral, detalló, también han resultado dañadas por este aumento de las temperaturas.
Asimismo, negó las sugerencias que apuntan a que dentro del grupo de países en desarrollo existe una división respecto a la propuesta hecha por la isla de Tuvalu para que salgan de esta cumbre acuerdos jurídicamente vinculantes para todos los países y afirmó que todos los miembros de la alianza apoyan en principio a Tuvalu pero aún están trabajando en un frente común. “Una declaración política de Copenhague sin un acuerdo jurídicamente vinculante es como un tiburón sin dientes”, indicó un portavoz de la ONG Oxfam, Barry Coates.
Por su parte, el vicepresidente de AOSIS, el caboverdiano Antonio Lima, aseguró que el cambio climático es un desastre inminente para los pobres, y lo comparó a la erupción volcánica del Vesubio hace más de 2.000 años que enterró la ciudad italiana de Pompeya. “No sabían a lo que se enfrentaban. Ahora sabemos lo que va a suceder, y todo el Planeta será Pompeya”, afirmó.