Cruza ocho estados de todo el país y es uno de los grandes y míticos ríos nacionales. El Misisipi no deja de aumentar su caudal y la crecida está causando problemas en todos los estados que atraviesa hasta desemboca al Atlántico en Nueva Orleans, Luisiana, situada a 645 kilómetros de Memphis.
Tennesse es, de momento, la zona cero de la inundación de grandes proporciones que cubre las riberas del río, en un nivel récord que no se alcanzaba desde hace 70 años. Desde el lunes las autoridades miden cada poco tiempo la altura alcanzada por el caudal que se aproxima, con su actual 14.6 metros, al histórico punto máximo de 14,8 metros registrado en el año 1937.
Por el momento, la ciudad de Memphis ha evacuado voluntariamente a los habitantes que viven más cerca del río, que ya se ha desbordado en algunos tramos. El pasado sábado se contabilizaron casi 400 personas trasladadas a refugios situados en el mismo estado de Tennesse. Pero, decenas de familias de Missouri, Illinois, Indiana, Kentucky y Arkansas han tenido también que ser trasladadas ante el riesgo de desbordamiento e inundación. No en vano, el Misisipi es uno de los grandes ríos a nivel mundial, nada menos que el cuarto (el primero en América del Norte).
Washington ha enviado a miembros del Ejército para contolar su complejo sistema de diques, esclusas y represas, así como estudia con los estados afectados la apertura de canales de desvío para aliviar el caudal que transporta hasta la desembocadura en Nueva Orleans, ciudad que también se encuentra al límite, no solamente por las inundaciones que provocó ya el Katrina y de las que queda un vivo recuerdo, sino porque la velocidad, el volumen y la fuerza del agua alcanzan en este punto su cota máxima.
De momento, Meteorología Nacional ha anunciado que hasta este jueves los habitantes afectados pueden respirar más o menos aliviados, porque no va a llover. Sin embargo, coincidiendo con este días la situación puede agravarse en una primavera ya de por sí dura en los estados mencionados por el elevado número de siniestros y víctimas mortales que han provocado los tornados y las inundaciones desencadenadas por las tormentas.