Náxara – Mar Menor 2-1 (3-2)
Un gol de Rojo, de falta directa, desató la euforia en La Salera. Corría el primer minuto de la segunda parte de la prórroga cuando el Náxara dio un paso de gigante para estar presente en la segunda eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda B. Previamente hubo que sufrir. Mucho, también después porque el Mar Menor se volcó en el tramo final. El caso es que durante la primera parte, salvo alguna acción esporádica de los murcianos, la sensación era que el Náxara tenía bajo control el choque. Emilio, Miguel y Javito en la dirección así como la contundencia de Nika y Sabando, unido al peligro de Achi y Javi Martínez, que pese a no tener su día siempre transmite algo, permitían que los locales estuvieran cerca del gol. Pablo, tras una gran acción individual y pared con el capitán najerino, marcaba pasado el cuarto de hora.
El Mar Menor, que salió de inicio con tres centrales y que no modificó su línea defensiva hasta que consiguió su gol mediada la segunda mitad, no varió sus intenciones, ya que sabía que todavía estaba en la eliminatoria. Tras el descanso, los de Manuel Palomeque dieron un paso adelante, mientras que los de Diego Martínez parecía que estaban más expectantes y no combinaban tanto. Pese a ello, Javi Martínez se topó con el larguero. El balón rondaba la meta de Raúl Heras el cual tenía que intervenir en un par de ocasiones hasta que Nico Bigne empató de penalti. Nuevo partido con dos equipos que no arriesgaban. El Náxara tuvo el triunfo con un cabezazo de Lozano que se fue al poste. Pero la prórroga era inevitable. No hubo cambio de decorado en el tiempo extra con un cuadro local que asumía la pelota. Orodea se inventaba una jugada para animar a los suyos. Hasta que Rojo sacó una falta que nadie tocó y que Serna no vio. Fueron 14 minutos de emoción en los que el Náxara apretó los dientes para despejar como fuera posible. Juanma, de falta, puso en aprietos a Heras. Lugo, mucho balón al área, y el pitido final.
Alcobendas - SD Logroñés 1-0 (1-1, 3-2 en los penaltis)
Yelco se erigió en gran protagonista con tres paradas en los penaltis. El portero del Alcobendas condujo a los suyos a la siguiente ronda a costa de una SD Logroñés que no hizo valer el triunfo logradao en Logroño. De hecho, el conjunto madrileño se hizo valer en el Luis Aragonés. Desde el arranque se comprobó que los madrileños iban a apretar para voltear el 1-0 de Las Gaunas. A La SD Logroñés apenas le duraba la pelota en su poder, mientras que los de Rubén Reyes apostaba por el juego directo. Laencina oxigenaba a los suyos e incluso con un casi gol olímpico. Los riojanos fueron recuperando el equilibrio y eso que el choque entró en una dinámica de faltas e interrupciones que facilitaban a que apenas hubiera ritmo. Es más, Sumi fue expulsado antes de la media hora. Pese a ello Joao Pedro remató al larguero e Iñaki la tira arriba e incluso Casado pudo marcar, pero Peña sacó bajo palos en la última jugada del primer tiempo.
Arrancaba la segunda parte con buenas noticias ya que el intercambio de ocasiones propiciaba que los visitantes se lanzaran más en ataque con ya Dani Suárez en el campo. Pese a ello, Jordan evitaba el tanto de Saugar. En ese ida y vuelta, Albur, de cabeza, anotaba el 1-0 para igualar la eliminatoria. El tanto propició que los locales ya no fueran tanto impetuosos. Volvió la calma, aunque era Míchel el que más cerca estaba en anotar con un par de acciones. La prórroga era un hecho. Media hora en la que los porteros fueron meros espectadores. Los nervios afloraban en imprecisiones en la creación. Ambos apostaban por no encajar y la superioridad de los riojanos no se acusaba. Además, Diego vería la segunda amarilla a falta de 8 minutos para la conclusión. Los penaltis estaban próximos.
Iniciaba la tanda Dani Suárez. Paró Yelco. Iván Mateo marcaba para los madrileños. Gil ponía el 1-1. Quique Vázquez ponía por delante a los suyos. Laencina se topaba con Yelco. Jordan daba vida parando el tiro a Óscar Saugar, mientras que Míchel equilibraba a dos. Iván Casado lanzaba al Alcobendas. Estaba a expensas de Navajas que no podía superar a Yelco, un auténtico muro para los blanquirrojos.