Nadie se esperaba que una pandemia sanitaria parara la vida diaria y la cambiara por completo. Con la llegada del coronavirus y sus confinamientos, hemos incorporado muchas rutinas que se quedarán. A raíz de esta situación, algunos han decidido dar un giro completo a sus vidas y otras han incorporado cambios pequeños pero de gran valor.
Algo así se le pasó por la cabeza a Adrián Zapatero, que quiso poner en marcha un proyecto deportivo en Nieva de Cameros: “la idea surgió en el confinamiento, la gentes estaba apática sin salir de casa y pensé en qué se podía hacer para que no fuera un año en blanco”.
Así surgió el Nieva Challenge, que consiste en cinco rutas por el entorno del pueblo con diferentes formatos y terrenos, casi todas para todos los públicos. De abril a agosto se publica una ruta cada mes, después de preparar la zona, balizarla y registrarla con el GPS y subirla a Wikiloc. Esta iniciativa surgió también para dar a conocer los senderos de herradura, por los que discurren buena parte de las rutas y que se habían arreglado antes del confinamiento.
“No hay ningún precedente parecido en la zona”, ya que antes de poner en marcha la ruta, el sendero queda acondicionado totalmente, con la construcción si es necesario de pasos canadienses, puentes y el desbroce de las hierbas.
Su promotor explica que todas las rutas salen de la Plaza de Nieva y durante el mes se puede realizar las veces que se quiera hasta el mes siguiente, que todas las balizas se retiran para poner en marcha la siguiente ruta. Además, al acabar hay que ir al bar o a la carnicería del pueblo y registrarse para un sorteo de productos de la zona.
“El Nieva Challenge está teniendo más éxito del que me esperaba”, cuenta satisfecho Adrián Za, que recuerda como el primer mes de registraron más de 200 visitas en un pueblo donde en invierno apenas duermen 23 personas.