El fundador de Wikileaks , Julian Assange, quien se encuentra detenido en Reino Unido, sigue centrando la atención internacional. Tras ver como en varias ciudades del mundo, cientos de ciudadanos se han manifestado para mostrarle su apoyo y protestar por su detención, Assange cree en la teoría de la conspiración en su contra por parte de Estados Unidos.
Así, a través de un documental, Assange ha asegurado que el Pentágono, el Departamento de Defensa estadounidense, tiene intención de procesarle por un delito de espionaje a raíz de los documentos diplomáticos filtrados. En la grabación, Assange manifiesta su decepción por el funcionamiento del sistema judicial de Suecia, donde está acusado de agresión sexual.
“Vine a Suecia como editor refugiado, implicado en una lucha extraordinaria con el Pentágono, en la que está habiendo detenciones y hay un intento de imputarme por espionaje”
, declara Assange en el documental, emitido este domingo por la televisión pública sueca.
El australiano, la cara visible de Wikileaks, se ha entregado a las autoridades de Reino Unido, ya que sobre él pesaba una orden de arresto con origen en Suecia, donde está acusado de agresiones sexuales por dos mujeres. Assange insiste en su inocencia, pero deberá comparecer el próximo martes ante un tribunal en el proceso para su posible extradición a Suecia.
“Así que estoy descontento y decepcionado con el modo en que se ha hecho un mal uso del sistema judicial sueco”, declara Assange en el documental, grabado antes de su detención.
Una de sus abogadas, Jennifer Robinson, ha declarado a la cadena ABC que es inminente que Estados Unidos presente cargos y solicite la extradición de Assange, pero el fundador de Wikileaks no se refiere a esta cuestión en el documental.
El Departamento de Justicia estadounidense está estudiando el caso de Assange y podría pedir su extradición basándose en la Ley de Espionaje de 1917 por la publicación de cientos de cables diplomáticos confidenciales y clasificados.
Nuevas muestras de apoyo
Mientras diferentes movimientos sociales, como el encabezado por el grupo Anonymous, siguen realizando actos en protesta por lo que consideran una campaña contra Assange y la libertad de expresión.
En este contexto, las páginas Web de Amazon en España, Reino Unido, Francia, Alemania, Austria e Italia han permanecido fuera de servicio durante media hora, en el marco de las amenazas de ciberataque que Anonymous ha pronunciado contra el gigante del comercio minorista en línea después de que decidiera retirar su apoyo a Wikileaks.
El bloqueo ha permanecido vigente durante una media hora, entre las 21.45 y las 22.15 del domingo, aunque, de momento, Amazon no se ha pronunciado al respecto, por lo que se desconoce si ha sido fruto de un ciberataque, según informó la cadena británica BBC.
Tampoco se ha manifestado Anonymous que el sábado anunció su intención de abandonar los ataques en línea contra empresas y organizaciones hostiles a Wikileaks para adoptar una nueva estrategia centrada en la divulgación de los documentos del portal.
La ola de ciberataques contra los sitios web de Visa, MasterCard y PayPal se desató el pasado martes cuando el fundador de Wikileaksfue detenido en Londres.
Los seguidores de Assange consideran que esta detención es un complot político orquestado por Estados Unidos como castigo por la divulgación de numerosos documentos confidenciales sobre este país, referidos a la guerra de Iraq (400.000), la misión en Afganistán (70.000) y al Departamento de Estado (250.000).
Nuevas revelaciones
Por otro lado, las numerosas informaciones filtradas por Wikileaks siguen saliendo a la luz pública. Una de ellas es la que afirma que el presidente del Consejo de Obispos de Venezuela (CEV) y Arzobispo de Mérida, Baltazar Porras, solicitó ayuda a Estados Unidos para “contener las aspiraciones” del presidente venezolano, Hugo Chávez y ofreció la infraestructura de la Iglesia Católica en el país para conseguir este objetivo, según revela un cable diplomático de 2005.
En este documento, el entonces embajador de Estados Unidos en Caracas, William Brownfield, recoge una conversación del 6 de enero de ese mismo año con Porras en la que el eclesiástico le manifestó su deseo de que Washington endurezca su política de oposición a Chávez con el fin de “contener sus aspiraciones” regionales.
“El Gobierno de Estados Unidos debería ser más explícito en sus críticas contra Hugo Chávez”
, dijo el legado citando a Porras, quien se refirió al mandatario como “un problema a largo plazo” que requiere una solución rápida, ya que “cuanto mayor sea la espera para contenerlo, más difícil será lograrlo”.
En consecuencia, el arzobispo ofreció a Brownfield las instalaciones de la Iglesia Católica en Venezuela para desarrollar a través de ellas varios programas sociales con el fin de mostrar a la población los efectos positivos que el sector privado y otros agentes pueden tener en el país, en contra del discurso socialista del mandatario.
Además, Porras consideró que esta misión requeriría también el apoyo de la comunidad internacional, por lo que instó al embajador a promover una campaña contra Chávez en la que Estados Unidos lleve de la mano a América Latina y Europa, cuya lucha en este sentido se habría debilitado debido a la oposición del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a participar en ella, y a la salida del ex presidente José María Aznar del gobierno de España.
“Lula se ha negado a participar, lo que ha obstaculizado los esfuerzos regionales para contener a Chávez [...] Los europeos han sido igualmente débiles, especialmente desde la salida del presidente del gobierno español José María Aznar”, reseñó Brownfield en el cable aludiendo a las palabras de Porras, según informó Venezolana de Televisión (VTV).