La plana parlamentaria del Partido Popular apoya la decisión adoptada el pasado jueves de expulsar a la diputada Ortega y también la tomada ayer por la Mesa del Parlamento de suspenderla en sus funciones durante un mes. Carlos Cuevas, portavoz del Grupo Parlamentario Popular, opina que el presidente de la Cámara, José Ignacio Ceniceros, actuó correctamente y sujeto al reglamento.
“El presidente le llamó (a Ortega) al orden tres veces y ella desoyó los requerimientos del presidente” dice Cuevas, “no es la primera vez, en todos los plenos prepara alguna”.
El diputado popular asegura que Ortega ha protagonizado altercados dentro y fuera del Parlamento e insiste en que Ceniceros “tiene una paciencia infinita y una gran templanza ante las provocaciones de la diputada del PSOE”.
Cuevas ha utilizado el mismo símil que Ceniceros ayer: el del partido de fútbol. “El presidente es el árbitro en un partido de fútbol, cuando un jugador es expulsado, éste tiene que abandonar el campo, le guste o no y los propios compañeros de equipo no pueden permitir una actitud antirreglamentaria”.
Además, el secretario del PP riojano cree que hay cierto malestar entre las filas del PSOE ya que algunos diputados no ven con buenos ojos el comportamiento de “la comandante Ortega” y le ha sugerido a la diputada socialista que “si no puede controlar su agrio carácter que se vaya a su casa y no emponzoñe la vida del Parlamento”.
Cuevas también ha sugerido que muchas personas se han acercado a los dirigentes del PP para comunicar su malestar con la actitud de Ortega e incluso les ha parecido insuficiente el castigo.
Sobre el origen del enfrentamiento entre Ortega y Ceniceros -la acusación de “amiguismo” del Fiscal Jefe de La Rioja hacia los socialistas por parte de Emilio del Río- Cuevas cree que no se puede justificar una actitud como la de la diputada socialistas basándose en la respuesta de un consejero. “Ninguna manifestación de otro diputado puede servir de coartada para montar 'el pollo' en el Parlamento” ha dicho Cuevas, a la vez que ha recordado que “el propio Fiscal Jefe de La Rioja dijo en Madrid que era amigo del alcalde de Logroño, Tomás Santos”.