Varios integrantes de la Marea Blanca se acercaron en la tarde de ayer hasta la sede del Partido Popular, en la calle Duquesa de la Victoria, con la intención de conocer su postura sobre la gestión sanitaria que se está llevando a cabo en La Rioja. Así se decidió la pasada semana, cuando el PP rechazó la invitación de la Marea para asistir a la mesa redonda en la que sí estuvieron presentes todos los demás partidos que concurrirán a las próximas elecciones autonómicas.
Los populares alegaron entonces que no podían participar en un encuentro surgido “de una premisa errónea” ya que “no es cierto que en los últimos años el servicio de salud se haya deteriorado de manera preocupante, al contrario, desde que el PP gobierna, el servicio ha mejorado notablemente”. Una explicación que para los miembros de la Marea Blanca no fue suficiente.
Por eso decidieron acudir ayer a la sede de los populares para “pedir que expliquen lo que no han querido explicar en un debate frente a la ciudadanía”. Sin embargo, todo quedó en un intento fallido. Ni siquiera se les permitió pasar la la puerta. Fue la Polica Nacional la que hizo de intermediaria entre los populares y los ciudadanos que buscaban explicaciones. Dos agentes explicaron que en la sede del PP no tenían intención de recibir a la Marea Blanca “por no tener cita concertada”.
Aunque indignados, los miembros de este moviento no se sintieron sorprendidos ya que “esta viene siendo la manera de actuar del PP en La Rioja, no nos reciben porque no tenemos cita pero es que tampoco nos darán nunca cita porque no nos van a recibir”.
Bajo la lluvia y ataviados con grandes signos de interrogación de color azul, una veintena de miembros de la Marea quisieron mostrar su firmeza asegurando que,“pese a esta actitud”, tienen claro que van a continuar con su lucha.
En un comunicado posterior, la Marea Blanca señalaba además que “tenemos un problema como sociedad, el PP desprecia a los ciudadanos y no respeta unos mínimos comportamientos democráticos, porque a sus votantes tampoco les preocupa, lo consienten todo”. Tachan a los populares de “falsos demócratas” y señalan que la única posibilidad de que “dejen de fastidiar a la sociedad, es sacándolos de las instituciones mediante el voto y la movilización popular”.