La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, y la titular de Justicia, Rachida Dati, se han unido al presidente Nicolas Sarkozy, quien ayer pidió a Société Générale que depure sus responsabilidades en el escándalo que salpica a la entidad financiera por el fraude de 4.900 millones de euros del que ha sido víctima.
“Corresponde a los directivos asumir sus responsabilidades sobre dos cosas: la situación actual y el futuro de una institución, que es hoy un gran banco francés que emplea a más de 120.000 trabajadores y que tiene millones de clientes”, ha declarado la ministra de Economía, quien ha apelado al “interés general y al interés de la institución”.
También la titular de Justicia, Rachida Dati, se ha pronunciado en la misma línea. “Es una infracción de tal magnitud que hay muchísimas razones para que Société Générale esté en crisis. Hace falta que todas las responsabilidades se aclaren y que todo el mundo pueda explicarse sobre este asunto de gran magnitud”, afirmó. Sin querer pronunciarse en concreto sobre la dimisión de Daniel Bouton, Dati agregó: “digo simplemente que es presidente de Société Générale y que su responsabilidad puede estar comprometida”.
PRESIONES
Aumentan así las presiones hacia el Consejo de Administración de SocGen para aceptar la dimisión presentada por el presidente, Daniel Bouton, quien explicaba recientemente en Europe 1 que su propuesta de abandonar el puesto sigue sobre la mesa y que será el Consejo quien decida aceptarla cuando quiera.
El Consejo tiene previsto reunirse mañana, por lo que tendrá una nueva oportunidad para hacerlo, pero con la presión añadida del Elíseo y del Ejecutivo. De optar por la dimisión de Bouton se daría a la crisis una solución “a la americana”, como se hizo en los casos del Citigroup o Merrill Lynch el pasado otoño con la salida de sus primeros ejecutivos, que fueron reconocidos responsables de millones de pérdidas y sancionados por ello.