El presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, ha ganado las elecciones presidenciales celebradas ayer con el 52,8 por ciento de los votos, según datos oficiales dados a conocer en medio de las denuncias de fraude de la oposición.
Con estos resultados, Saakashvili obtiene más de la mitad de los votos por lo que no será necesaria una segunda vuelta en esta pequeña república de la antigua Unión Soviética que limita con Rusia y Turquía.
Aunque todavía quedan por contabilizar algunos votos de los georgianos residentes en el exterior, no se espera que tenga ningún impacto en los actuales resultados dados a conocer por la Comisión Electoral central.
Horas después del cierre de los colegios electorales, miles de personas se echaron a las calles de Tbilisi, la capital, para denunciar un presunto fraude del gobierno en las elecciones para favorecer a Saakashvili.
Sin embargo, los observadores extranjeros aseguraron que la jornada de ayer fue lo suficientemente limpia como para no poder hablar de fraude, lo que hace más difícil para la oposición hacer frente al resultado.
Estados Unidos urgió a la oposición a respetar el veredicto de los observadores y el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso consideró que la votación fue estropeada por la “presión patente” a la oposición“, y tachó el informe de los observadores de ”apresurado y superficial“.
El empresario Levan Gachechiladze, principal rival del presidente Saakashvili, aseguró ser el justo vencedor de los comicios y pidió que la elección sea anulada, mientras miles de sus simpatizantes se echaban a las calles de la capital.
“Mijail Saakashvili, no puedes ganar al pueblo georgiano”, afirmó Gachechiladze ante sus seguidores, que respondían al grito de “Georgia, Georgia” con su dedo índice levantado en representación del número uno, con el que se presentaba Gachechiladze en las papeletas.