En numerosas ocasiones debemos tener cuidado con las palabras que decimos y dónde las decimos ya que el mensaje que tratamos de comunicar a nuestros interlocutores puede sufrir una pequeña perturbación si alguno de esos términos cuenta con varios significados. Es normal encontrar palabras polisémicas que difieran bastante entre una y otra acepción, y mucho más común es encontrarlas con un océano de por medio. En el Rincón de esta semana trataremos de esos vocablos que en España poseen un significado y en zonas hispanoamericanas denotan algo completamente diferente. Pero, además, descubriremos algunos términos que en ciertas zonas españolas significan una cosa y en otras algo muy distinto.
Con ayuda del Diccionario de la Real Academia y de varias páginas por las que hemos buceado en Internet, hemos encontrado numerosas voces capaces de denotar dos realidades completamente diferentes. Por ejemplo, el verbo coger. El DRAE define este término como 'asir, agarrar o tomar' en una de sus acepciones, sin embargo, en otra posterior indica que, de manera vulgar, en América se utiliza este verbo para referirse a la realización del acto sexual. Por esta razón, cuando hablamos con un mexicano o un argentino es preferible utilizar un sinónimo, pues puede que, dependiendo de la voluntad y la picardía de quién lo oiga, nos quiera entender algo muy distinto a lo que realmente queremos decir.
Pasa algo parecido con la palabra concha. Nuestro Diccionario favorito define esta palabra como 'cubierta, formada en su mayor parte por carbonato cálcico, que protege el cuerpo de los moluscos'. Pero cuando salimos a países hispanoamericanos es mucho mejor reservar este término para la intimidad, ya que en lugares como Argentina, Chile, o Perú, tal como recoge el DRAE, esta palabra hace referencia al aparato genital femenino.
Pija es aquella persona 'que en su vestuario, modales, lenguaje, etc., manifiesta gustos propios de una clase social acomodada '. Lejos de esta acepción queda la recogida, ahora también en España, de miembro viril. Sin alejarnos de este campo semántico, tenemos la palabra albóndigas, en España 'cada una de las bolas que se hacen de carne o pescado picado menudamente y trabado con ralladuras de pan, huevos batidos y especias, y que se comen guisadas o fritas', y que en zonas como México hace referencia a los 'testículos'.
En España, la palabra más usual para hacer referencia al miembro viril es, vulgarmente, polla. No se escandalicen, queridos lectores, porque en zonas hispanoamericanas esta palabra nada tiene que ver con este significado. El DRAE, por ejemplo, recoge en México la definición de 'bebida hecha con leche, huevos y canela, y a la que a veces se le añade licor'; en Perú es el 'mayor premio de las apuestas hípicas'; en Colombia significa 'novia'; y en Chile es 'el nombre de la lotería nacional', por lo que si en alguna ocasión escuchan a un chileno hablar de que alguien se sacó la polla no se echen a temblar ni sean mal pensados, pues lejos de caerle una multa por escándalo público cobrará una buena millonada gracias a dicho sorteo.
El vocabulario riojano también cuenta con algunas de estas palabras que en otras zonas reciben significados muy diversos. El término joto, según la definición que presenta José María Pastor en su Tesoro léxico de las hablas riojanas es 'cría de la vaca', en la zona de Viniegra de abajo, o 'pellejo de vino', en Ventrosa. Sin embargo, en México esta misma palabra, joto, significa hombre homosexual.
El verbo fajar en México hace referencia al acto de 'darse besos, caricias y abrazos apasionados', pero en La Rioja, en concreto en Ventrosa, este verbo da nombre a la acción de 'cubrir con una sábana o manta la masa de pan durante el reposado', según el Tesoro de Pastor.
La palabra chiva tiene diversas acepciones dependiendo del lugar en el que la digamos. Por ejemplo, en Chile significa 'mentira', en Cuba 'delator', y en Honduras una interjección utilizada para advertir o avisar. En La Rioja, también dependiendo de la zona en la que nos encontremos, esta palabra hace referencia a una cosa o a otra. En Cenicero, por ejemplo, es el 'muñeco fabricado con trapos viejos o piel de conejo que los muchachos colgaban el Domingo de Carnaval en la espalda de personas mayores distraídas para divertirse. Y en Igea, Cervera o Aldeanueva de Ebro hace referencia a 'una de las posiciones en el juego de las canicas'.
¿Le han dicho alguna vez a un madrileño que les dé un beso en el papo? ¿no han recibido un gesto de sorpresa pro su parte? ¿Saben por qué? Pues porque, a pesar de que el Diccionario de la Real Academia recoge ambas acepciones, el papo en La Rioja se refiere a 'un carrillo muy carnoso', mientras que en Madrid se utiliza esta palabra para nombrar cierta parte íntima de la anatomía femenina.
En el Rincón de esta semana hemos querido acercar a todos nuestros lectores ciertas palabras que dependiendo del lugar del mundo en el que se digan tienen un significado u otro. Nos hemos dejado muchas en el tintero, por eso pedimos la colaboración de todos nuestros lectores, para que nos envíen sus sugerencias y aportaciones.