El consejero de Obras Públicas, Antonino Burgos, ha afirmado hoy que durante 2012 se estudiará la reestructuración de los transportes públicos metropolitano e interurbano para coordinarlos, ajustarlos a la demanda y convertirlos en más eficientes.
Burgos y el director general de Transportes, Víctor Garrido, han presentado, en una rueda informativa, el balance del transporte público del Gobierno en La Rioja en 2011, en sus modalidades de interurbano, metropolitano y rural, que han sido deficitarias en todas sus líneas.
Ello ha provocado que el Ejecutivo regional destinará el año pasado casi tres millones de euros para garantizar el transporte público a todos los riojanos, con una media de subvención de dos euros por viajero, ha dicho el consejero.
Garrido ha indicado que este transporte público, en sus tres servicios, fue utilizado por 1,3 millones de viajeros, un 54 % más respecto a los 908.425 de 2010, ejercicio en el que aún no estaba implantado el metropolitano.
“La comunidad autónoma dispone de un modelo de transporte público que atiende las necesidades de movilidad en todo el territorio”
, según Burgos, que también lo ha definido como universal, moderno, seguro y adaptado al tamaño y demanda de los municipios.
A esos calificativos ha añadido el de público, dado que está sostenido con fondos de la administración autonómica, que, si no aportara esa ayuda, no podría mantenerse la movilidad actual y, por ejemplo, el año pasado destinó 1,4 millones de euros al metropolitano, 970.000 euros al interurbano y 382.000 al rural.
Ha explicado que el Gobierno regional compensa las pérdidas de las empresas concesionarias para garantizar la calidad del servicio, por lo que es preciso lograr un modelo lo más eficiente posible, para lo que se estudiará el servicio de las líneas interurbanas para coordinarlo con el metropolitano y mejorar su eficacia.
Los datos del director general indican que el servicio metropolitano da servicio, a través de siete líneas, a catorce municipios del área metropolitana de Logroño, que acumulan una población de casi 20.000 habitantes.
El servicio interurbano comunica, mediante catorce líneas, unas 150 poblaciones con destino a Logroño o las cabeceras de comarca; y el transporte rural atiende las necesidades de 55 municipios pequeños.
El metropolitano trasladó en su primer año de actividad a 751.960 viajeros y su implantación afectó al servicio de interurbanos, que disminuyó su volumen de viajeros en un 29 % respecto a 2010 hasta alcanzar los 628.284 pasajeros; mientras que las cinco líneas rurales incrementaron su tráfico en un 1 %, con 18.402 viajeros.
La línea M-4 del metropolitano, entre Logroño y Nalda, fue la más demandada dentro de este servicio, con 137.324 viajeros; y, en el transporte interurbano, fue la de Logroño-Rincón de Soto, con 231.570 viajeros; y las líneas que cubren las zonas rurales de Nájera y Haro, con 5.182 y 5.103 viajeros, respectivamente, fueron la que registraron el mayor volumen de ocupación dentro del servicio rural.