El pasado domingo Japón acudía a las urnas con el descontento y el temor a un futuro incierto desde que hace un mes un tsunami desatara la peor crisis de la historia reciente del país. Es cierto que el gobernante Partido Democrático de Japón (DPJ) no tenía buenas expectativas electorales antes del 11-M, pero con el terremoto y el tsunami junto a la gestión de la crisis nuclear desatada posteriormente , el desplome ha sido mayor.
El gran beneficiario de esta situación ha sido el tradicional Partido Liberal Democrático que ha marcado durante medio siglo la agenda política japonesa. No en vano, ha gobernado casi ininterrumpidamente en estos cincuenta años, excepto dos periodos cortos, entre ellos el actual (de dos años). Pero, este domingo los japoneses votaban a nivel local y el Partido Liberal Democrático se ha alzado con la victoria en las gobernaciones de Tokio, Hokkaido y Mie los candidatos Shintaro Ishihara, Harumi Takahashi y Eisuke Suzuki. El Gobierno, al menos ha sido capaz de mantener la ciudad norteña de Sapporo.
A nivel de prefecturas, los resultados también arrojan una victoria arrolladora para la oposición de los liberaldemócratas que se hacen con 1.119 frente a los 346 de los demócratas. Frente a ellos, destacan opciones como “Tu Partido” que ha conseguido 41 asientos y el Partido Comunista, que se alza con 80 puestos.
En clave social, estos resultados revelan la situación desesperante de los japoneses que han optado por opciones minoritarias frente a los dos grandes partidos, a pesar de que los liberaldemócratas mantienen su suelo electoral. La crisis humanitaria y la incertidumbre económica han influido a la hora de votar hasta el punto de que según las encuestas previas, los japoneses desearían que se formara una gran coalición entre los dos grandes partidos para hacer frente a una situación excepcional como la actual.
Disminuye la radiaoactividad
Por otra parte, con los japoneses votando, el Gobierno tenía una buena noticia guardada en el bolsillo: la radioactividad en Fukushima está disminuyendo y se trabaja ya por hacerla desaparecer y evitar la catástrofe que hace dos semanas parecía imposible de evitar.
Sin embargo, el Gabinete de Naoto Kan se cura en salud en estas últimas horas y en palabras de su portavoz, Yukio Edano, hay que mantenerse vigilantes a pesar de que “el riesgo de que la situación empeore y de que haya nuevas emisiones masivas de materiales radiactivos es considerablemente menor”.
Hasta ahora la evacuación en torno a 20 kilómetros a la redonda se mantiene y de 20 a 30 kilómetros se convierte en voluntaria.