El tufo sigue matando en las bodegas: “Falta formación para actuar con seguridad en situaciones de crisis”

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La vendimia ha vuelto a dejar víctimas mortales este año. Dos personas fallecieron este domingo en Lanciego en un acidente laboral por el tufo, que es el dióxido de carbono que se produce en la fermentación, un gas tan inperceptible como mortal que cada año ofrece la peor cara de la vendimia.

¿Hay medidas sistemas de prevención suficientes en las bodegas? ¿Están funcionando? El convenio colectivo de Industrias Vinícolas y Alcoholeras de La Rioja no hace referencia explícita a esta problemática más alla de: “Las empresas aplicarán las medidas correctoras necesarias para eliminar o al menos dejar reducidos al mínimo imprescindible y tolerable, los trabajos en los cuales puedan darse peligrosidad, toxicidad o penosidad. Así mismo se dotará al personal de todas las prendas de protección y utiles adecuados a cada puestos de trabajo”.

La prevención de riesgos del tufo se soluciona con ventilación aunque muchas veces esta no es suficiente. En el pasado, siempre se hablaba de bajar a los depósitos con un canario o una vela para que si el canario moría o la vela se apagaba, el oxígeno se estaba agotando y había que salir.

Ahora los equipos son más eficientes: “Las bodegas tienen que tener medidores de oxígeno”, subraya Eva Fernández Antón, secretaria de Salud y Medio Ambiente de Comisiones Obreras de La Rioja. Estos dispositivos pitan cuando no hay un nivel de oxígeno óptimo para la salud, aunque suelen ser medidores ambientales, fijos en una sala y no móviles, que se enganchan a la ropa y detectan el nivel de oxígeno del lugar donde esta cada trabajador aunque, evidentemente, el gasto es superior.

Además, las bodegas cuentan con un equipo de respiración autónoma y un arnés y una cuerda para rescates, por ejemplo, el del domingo en Lanciego, que ocurrió porque un bodeguero cayó a un depósito y otro trató de sacarle, quedando los dos ahogados por el tufo. “Estos equipos sí están en los armarios de las bodegas”, asegura. Y se controlan durante las visitas de los técnicos de seguridad laboral, en cooperativas y bodegas grandes, aunque si advierten que en bodegas pequeñas o que realizan vino para su propio consumo no hay controles.

¿Entonces cuál es el problema? “Los trabajadores no están preparados para actuar con rapidez y seguridad, falta formación y preparación para actuar en situación de tensión y crisis”. Además, durante la época de vendimia muchos trabajadores son temporales o fijos discontinuos por lo que no reciben la suficientes formación en materia de riesgos laborales.

“Falta cultura preventiva. No hay alerta por esta problemática”. Y es que parece todavía se desconoce el peligro de enfrentarse al tufo. “En cinco minutos puede matarte y no te das cuenta porque sigues respirando pero no te entra oxígeno, se piense ”un minuto más“ y ese minuto es el que te mata”.