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Emotiva despedida a Michael Jackson en Los Ángeles

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Fue, dijeron, el hombre que unió razas con su música. Que hizo soñar a millones de niños y nos hizo amarnos los unos a los otros. Fue, repitieron, el mayor artista de todos los tiempos. Paradójicamente, tratándose de un funeral, hablaban de alguien que parecía destinado a no morir jamás: Michael Jackson.

Staples Center, templo de Los Angeles Lakers. Pero esta vez no había ovaciones por un partido de baloncesto o un concierto, sino para despedir al rey del pop.

Fallecido hace casi dos semanas, este martes tuvo su gran despedida, con unas 17 mil personas reunidas en el pabellón para recordarle. Cientos de miles se habían quedado a las puertas. Y, en televisión e internet, millones más seguían su funeral.

MEMORIA DE LOS DÍAS FELICES

Por supuesto, nada se dijo del lado oscuro del mito. Nadie se acordó de sus extravagancias, su presunta ruina o las acusaciones de pederastia. Era momento de recordar días felices: imágenes de sus días de gloria, vistas mil veces pero que emocionaban como si fuesen inéditas, eran proyectadas sobre una pantalla gigante. Premios, bailes, actuaciones en directo. Baños de masas a lo largo de medio mundo, aclamado como el Apóstol de una extraña religión. Y una leyenda, escrita en letras gigantes, que recordaba cinco décadas inolvidables: “En la amada memoria de Michael Jackson. Rey del Pop. 1958-2009”.

Depositado bajo el escenario por sus hermanos y cubierto con un ramo rojo de flores, el ataúd con el cuerpo del artista era testigo del desfile de estrellas. Cada famoso era recibido con una ovación; cada silencio, interrumpido por el grito de un fan. “I Love You, Michael”, sonaba entre el público. Y más aplausos.

Curioso: pese a su presunta obsesión por ser blanco, el evento tuvo un inconfundible sabor a reivindicación de la raza negra. Hablaron de orgullo, inspiración y ejemplo para los jóvenes negros la hija de Martin Luther King, el activista social Al Sharpton, la congresista Sheila Jackson Lee. Y Queen Latifah, cantante y actriz, aprovechó para recitar un poema por los derechos civiles. Dicen que Jackson, en los últimos años, se vinculó a Nación del Islam, grupo que proclama la superioridad de los negros. Quizá. O quizá sólo una mentira más.

SONRISAS. LÁGRIMAS. MÚSICA

Frente a los familiares, sentados en la primera fila, la que fuera novia de América y, aseguran, pareja en los ochenta de Jackson, Brooke Shields, mezclaba risas y lágrimas sobre el micrófono. Magic Johnson, junto a Kobe Bryant, también recurría al humor para espantar el llanto. Vídeos de un diminuto Michael liderando a los Jackson 5 restaba tensión al drama. Y Smokey Robinson subía y bajaba del escenario con condolencias de Mandela o Diana Ross.

Y, por supuesto, hubo música. La llegada del féretro fue recibida por un coro de gospel que entonaba la canción Vamos a ver al rey. También cantaron, entre otros, Lionel Ritchie, Mariah Carey, Stevie Wonder o Jennifer Hudson. Unos con temas propios; los más, con canciones del “artista más grande que jamás haya vivido”.

Arropada por sus padres y abuelos la hija de once años de Michael, Paris, dijo las últimas y quebradizas palabras: “Desde que nací, fuiste el mejor papá que se pueda imaginar. Te quiero mucho”. Quizá Liz Taylor, desde su mansión, se emocionaba con el cierre del circo en el que se había negado a participar. Punto final. O, seguramente, no.