Muñecas sin un brazo, coches sin ruedas o puzzles a los que les faltan piezas. Estos no son los regalos que los niños esperan encontrar bajo el árbol estas navidades. Las ONG se preguntan entonces “por qué los niños que tienen menos deben conformarse con los juguetes viejos de otros”. Por ello, estas organizaciones lanzan un mensaje para la campaña de recogida de regalos de este año: “juguetes nuevos, a estrenar”.
En Móstoles, Madrid, Cruz Roja sabe lo que es seleccionar regalos por estas fechas. Allí, ya están preparando los juguetes “de toda clase”, peluches, muñecos, camiones y juegos de mesa entre otros, para entregarlos el día cinco de enero, el momento en que “la ilusión de los pequeños, los ojos de felicidad y sus ganas de lanzarse a por el juguete más grande” recompensan el esfuerzo hecho.
Sin embargo, este año Cruz Roja recuerda a quienes donan juguetes que los niños que menos reciben también tienen derecho a estrenar el día de Reyes. “Estamos tirando muchísimos juguetes, que no se pueden entregar y menos a los niños”, explica Mar Díaz, directora técnica de Cruz Roja Móstoles. “Parece que las familias quieren limpiar habitaciones, para hacer hueco a los regalos que van a venir”. En este sentido, recuerdan que “no todo vale”.
Los regalos, una vez limpios y preparados, se colocan en una sala, todos sin envolver, para que los niños puedan elegir a primera vista y se entregan a menores de 14 años de familias con dificultad social con las que Cruz Roja trabaja durante todo el año en temas de empleo, entrega de alimentos, ayuda social o talleres de idioma.
A los más mayores, se les suele entregar juegos de mesa o libros, y siempre son regalos que se recogen bien a nivel particular bien en algún evento al que para entrar se tiene que pagar una entrada simbólica, como por ejemplo, un juguete.
En cuanto a las condiciones, las ONG piden que los juguetes no sean sexistas ni bélicos principalmente y que sirvan tanto para niñas como para niños, aunque siempre hay alguno que no se ajusta a las convenciones. “Alguna mamá se enfada porque su hija se ha cogido un coche de niño, pero es lo que a ella le ha llamado la atención y le ha gustado”, recuerda Mar.
Pero si los Reyes Magos en las casas llegan cargados de juguetes, aquellos cuya ilusión depende de la solidaridad de los demás, tendrán que conformarse con los que toquen, ya que tras la selección, los voluntarios de las organizaciones calculan cuántos regalos corresponden a cada pequeño.