Jenaro Díaz (Oviedo, 03-04-71, 52 años) está viviendo su séptima campaña al frente del banquillo del Rioverde Clavijo. El equipo riojano es colista de LEB Oro (18º, 3-13) en su regreso al segundo escalón nacional cinco cursos más tarde, pero el pasado domingo, logró romper la mala racha de 11 derrotas seguidas.
Los logroñeses se impusieron en el Vicente Trueba de Torrelavega a Grupo Alega Cantabria por 71-75 y volvieron a saborear las mieles del triunfo más de dos meses después.
Así, con casi la mitad del curso completado, el técnico asturiano charla con Rioja2 sobre sus sensaciones.
Lo primero de todo, enhorabuena por la victoria en Torrelavega, habría ganas… ¿Qué tal ha sentado en el vestuario?
Siempre nos quieren educar en darlo todo y que da igual lo que pase. Pero al final, todos queremos ganar, conseguir cosas u objetivos. Ha sentado bien. Ha sido una victoria muy trabajada y creo que los chicos se lo merecen todo. Todos los partidos, aún no ganando, se merecen muchas cosas.
¿Ha sido excesiva la racha de 11 derrotas seguidas?
No me paro a pensar, porque eso te hace juzgar y no aprender. En esas 11 derrotas, igual que en esta victoria, he estado analizando muchas cosas, cambiando cosas, mirando otras, trabajando individualmente con los jugadores… Buscamos siempre que sea una oportunidad que nos da la vida para ser mejores, aprender y luchar a tope. Incluso la afición, nos está dando una lección de que se puede ser de un equipo de luchador, no sólo de equipos ganadores.
A pesar de la mala racha, estáis en la pelea… ¿Ha cambiado algo después de lo del otro día?
Va a ser una guerra muy grande. Cuando juguemos contra todos los que están como nosotros sabemos que va a ser muy duro y que pasa por jugar a tope cada partido e intentar, en cada encuentro, hacer como lo hemos hecho en Torrelavega, ir al límite, a un juego colectivo, a la importancia que tiene el que compartamos el balón, en los sacrificios… A ver hasta dónde podemos llegar. Hay que intentar llegar a intentar ganar cada día, a prepararse cada día. Creo que los nuestros son muy competitivos y sobre todo, una cosa muy buena que tienen es que no se rinden. Hemos estado en algunos partidos perdiendo de 20 y nadie se ha rendido, todo el mundo ha luchado y ha estado muy bien.
Fotos: @CBCLAVIJO en X - fotógrafo: Juanjo Acobi
¿Se te ha hecho difícil afrontar cada partido nuevo tras una derrota? ¿Ha sido complicado centrar al equipo para preparar el siguiente encuentro?
Llevo mal lo de perder, aunque cada vez lo llevo mejor, entre comillas, porque he tenido la suerte de ganar mucho. La suerte de estar con gente muy buena y ganar mucho. Pero para mí, ahora, el ganar y perder no tiene que ver con el resultado, tiene que ver más con la experiencia. Tener un grupo así que trabaja todos los días… Nos pasa a todos. Cuando eres joven quieres ir a Nueva York y a tal sitio; más adelante, lo que te importa es el viaje y al final, lo que te importa es la compañía. Yo estoy un poco así.
Me preocupa más que el grupo humano y el equipo sepa el esfuerzo que tiene que hacer, más que conseguir un resultado o llegar a un objetivo. Este equipo lo que tiene que hacer, con lo que está haciendo la afición, que es acompañarlo todos los días, es llegar al final luchando por la salvación.
En lo personal, ¿has sentido de una manera especial la victoria del otro día? Al final, las dos anteriores habían sido con Pichel en el banquillo.
No, somos un grupo de trabajo. A veces falta gente, hay lesiones… Por ejemplo, en este último partido tuvo una importancia Hugo que normalmente no la tenía. Creo que en el baloncesto hay mucha humildad. Casi me alegré más de las victorias de Pichel que por la mía, me pasa un poco al revés. Me alegro muchísimo cuando veo ganar a gente a la que quiero.
Tengo un cariño especial a Chus Mateo por lo que compartimos, es una persona excelente y nos llevamos muy bien. Cuando él gana, me alegro muchísimo, pienso que no me alegro tanto cuando gano yo.
Después de la victoria del otro día, ¿sientes que ha cambiado algo? Igual psicológicamente, en ti, en el equipo…
Hay una cosa muy buena de la palabra psicológicamente y, a la vez, muy mala. Muy buena es que hay algo por encima de nosotros que tenemos que aceptar, es como es. Muchas veces como no sabemos cómo llamarlo, lo llamamos psicología, que alguien está bloqueado mentalmente… Porque es algo que es como la última razón: “Es un problema psicológico”. Y ya no hablamos de baloncesto.
Hay que intentar contemplar bien las cosas, ver la energía que tienen y apoyarse en eso. Lo que ha cambiado es que los chicos han visto que pueden. En una cancha muy difícil como la de Torrelavega, con un buen entrenador y un buen equipo, hemos podido competir desde el principio hasta el final y nos lo hemos llevado.
Creo que eso, a nivel de experiencia y vivencia está muy bien. Pero de confianza no, porque creo que la confianza es que hagas lo que hagas, te tiene que dar igual lo que pase. Si tú actúas bien, haces todo el trabajo y mejoras todo lo que puedes, te tiene que dar igual lo que pase fuera, porque tú lo estás dando todo.
Independientemente de ganar o perder, ¿notas que ha habido una mejoría desde aquel primer partido a ahora?
Mucha. Lo pasé muy mal al volver de Alicante, porque pensé que me había equivocado, que no estaríamos para competir en esta liga, que iba a ser súper duro. A esa sensación que tuve, porque fue la que me dio el partido, sin querer juzgarla, pero era la que había, los chicos le dieron la vuelta y creo que estamos para competir y que lo hemos hecho contra muchísimos equipos.
Siempre sueles hablar sobre la experiencia y que es lo que les falta a la mayoría de tus jugadores en esta categoría, pero, ¿crees que hay algo más que os falta y podéis adquirir?
Sí, pero creo nos quitaría otras cosas. El nivel que hay en la liga es muy alto. La ACB por ejemplo, para mí, es nivel 6-7 y nuestra liga es 5-6. Los de arriba, están muy cerca de los de abajo de ACB...
Es una liga de un nivel muy alto, pero pienso que si añades unas cosas, pierdes otras. Este equipo tiene muchas cosas muy bonitas de frescura, buen ambiente colectivo, exceso de sacrificio.. que igual, si tuvieses experiencia y conocimiento, pues no tendrías este esfuerzo. Me gusta aceptar lo que tengo, quererlo; y sí que creo en el proceso del cambio, no en el proceso de juzgar.
Cuando alguien da un mal pase, no quedarte en el mal pase; hay que ver por qué se ha dado ese mal pase, qué nos quiere enseñar ésto, qué podemos aprender… Hay una cosa muy importante en el basket y en la vida, que es que no sabemos valorar el talento. Para mí, el talento es la facilidad que un jugador tiene para hacer algo. Puede ser que a uno no le cueste nada y a otro muchísimo. Pero al final, esa facilidad hay que trabajarla.
En el equipo hay gente que tiene talento, pero se lo veo explotado a un 40-50%. En cambio, hay otros que tienen menos talento y están muy explotados, trabajados y quieren ir al límite. Eso va con el hambre y carácter de cada uno. Creo que el hambre y el carácter son importantes.
Se ha pasado casi la mitad del campeonato. No sé si consideras que habrá unos partidos que serán un poco más claves que otros. Igual los de casa, contra rivales de abajo… ¿Hay algunos partidos que son los que hay que ganar?
Sí, pero creo que eso puede ser matemáticamente. Un choque contra Cáceres es como dos partidos, porque si ganas tienes el basket average…, matemáticamente, es así. Sin embargo, por sensaciones, trabajo y dinámica de grupo, no lo veo defendible, porque tú tienes que ir todos los días a tope y a muerte.
Tiene un razonamiento matemático, porque si tú juegas contra uno de tus rivales, le endosas una derrota y te pones un +1.... Pero filosóficamente y en la manera de trabajar, no se sostiene eso.
Tú y los jugadores siempre comentáis que la afición es ese aliento extra, ¿qué les dirías a los seguidores?
Lo dije en una rueda de prensa. Es una pena que un día ellos no puedan entrar antes y que podamos ir toda la plantilla a la puerta a dar la bienvenida a la afición, porque es de diez. Incluso diría que alguna vez que he discutido amistosamente con alguno, protegen en exceso al jugador pero para bien, no lo diría como algo negativo, sino positivo. Se está creando un ambiente muy bonito en la grada y que en los tiempos que vivimos, es muy difícil ser de un equipo luchador y no de uno ganador.
Es más fácil ser del Madrid, del Barça etc. que de un equipo que lo que hace es luchar cada día por intentar mantenerse. Si mantenemos la categoría, ellos habrán puesto una de las semillas importantes para salvarnos.