Lleva casi 30 años como juez de menores y en este tiempo ha visto cómo ha evolucionado, y mucho, la educación que damos a nuestros hijos. El juez Emilio Calatayud lo tiene claro: “los padres han perdido autoridad”. Defiende la necesidad de 'un cachete a tiempo', pero también apuesta por la educación frente al castigo para ayudar a los jóvenes a madurar.
Calatayud es juez de menores en Granada y es muy conocido por sus sentencias rehabilitatorias y ejemplares, en las que suele dictaminar que los chavales se rediman trabajando como barrenderos o echando una mano en Cáritas o Cruz Roja. Como detalla para Rioja2, este tipo de sentencias ejemplares suele funcionar muy bien. “No todos los que cometen un delito son delincuentes, en la mayoría de los casos sólo hay que ayudarles a madurar”, sentencia.
Este viernes el juez Calatayud estará en el Teatro Cervantes de Arnedo en una charla patrocinada por Callaghan, a las 20:00 horas. El sábado, la cita será a las 11:00 horas en el restaurante Verona de Autol, en un acto organizado por el colegio Villa de Autol.
Los riesgos de las redes sociales
Hay dos delitos de menores que traen de cabeza al juez Calatayud en los últimos tiempos: el maltrato de hijos a padres y el acoso a través de las nuevas tecnologías. “Las redes sociales plantean muchos problemas, los menores no se dan cuenta de que cuando cuelgan fotos allí pierden el control sobre ellas”.
Calatayud ya levantó la polémica cuando lamentó que “las niñas se hacen fotos como putas y las cuelgan en las redes”. Lo que buscaba con estas palabras, asegura, era provocar una reacción en los padres para que protejan a los menores, que “no son conscientes” de las consecuencias de sus actos. Ante esto, apuesta firmemente porque los progenitores violen la intimidad de sus hijos y les espíen el móvil.
Las redes sociales también han potenciado el machismo, que tiene una fuerte presencia entre los jóvenes hoy en día. “Los chicos son muy machistas y las chicas también”. Además, lamenta que “elevamos a la categoría de normal que una pareja de 14 años tengan una relación de novios. Son niños, no adultos, y tienen que vivir como tales”.
Recuperar la autoridad perdida
Y es que para este juez todo ha cambiado mucho desde sus inicios, en 1988. El perfil de los menores que tienen que presentarse en su juzgado. “Antes era chavales de clases marginales, ya ahora hay mucho niño pijo”, asegura. Además, cree que “ahora son más niños, antes con 18 años eras el hombre de la casa y ahora son unos niños, no están preparados”.
Juez Calatayud:
“Los niños de hoy en día se crían entre algodones, no admiten el no. No se les habla de deberes, sólo de derechos, están muy protegidos”, lamenta el magistrado, quien extiende esta responsabilidad a los padres y también al sistema educativo: “La sentencia que más me duele es hacer a un chaval de 14 o 15 años que aprenda a leer o que tenga que aprobar la educación obligatoria. No es normal que pasen de curso con dos asignaturas suspendidas o que les exijamos tanto en actividades extraescolares y tan poco en el colegio”.
En esta línea, considera básico que los padres no cuestionen la autoridad de los profesores. “Cómo van a aceptar la autoridad de un maestro sino la aceptan sus padres”.
“Les hacemos fiestas a los niños porque cumplen con su deber”
Por ello, Calatayud cree necesario que los padres recuperen la autoridad sobre sus hijos y considera “una barbaridad” confundir un cachete a tiempo, “dado en el momento justo con la intensidad adecuada”, con maltrato. “Tenemos los mecanismos suficientes como distinguir a unos padres que maltratan de unos que están preocupados por la educación de sus hijos”.
Ante este panorama, Calatayud tiene claro cuál es la solución: “Recuperar el sentido común. Los padres no son amigos de sus hijos, son sus padres, y tienen que saber decir que no”.