El debú oficial de Vicente del Bosque en el banquillo nacional, la 'era Del Bosque', empezó a escribirse con rectos renglones, pues España hizo méritos, sobre todo tras el descanso, para haber logrado mayor botín que el solitario gol de David Villa en un fulgurante inicio de la segunda parte.
España se encontró con que tenía que saltar un muro de tres metros. Va a ser algo habitual para la campeona de Europa, escuela de futbolistas de toque que casi nunca fueron nada en el continente y a la que ahora, tras el gol de Fernando Torres este verano frente a Alemania, ya se le tiene un plus de respeto.
Miroslav Blazevic acumuló todos los hombres en su campo y apenas se agarró a las cabalgadas por el flanco derecho de Edin Dzeko y algunas gotas de calidad de Zvjezdan Misimovic, el centrocampista del Wolfsburgo que aún conserva el talento que llevó a jugar en el multicampeón de la Bundesliga, el Bayern de Múnich.
Una combinación entre Dzeko y Misimovic en la que el primero se quedó sólo ante Íker Casillas, con el dorsal '12' en su espalda por una equivocación al dar las alineaciones, y falló en la asistencia al jugador del Wolfsburgo fue la única aparición de peligro de los balcánicos en la primera parte.
En la balanza, España tan sólo puso un remate de cabeza de cabeza de Xavi a centro de Iniesta y un disparo de Marcos Senna al larguero para derribar el muro de hormigón bosnio, en el que sólo hallaba alguna fisura por la banda izquierda el sevillista Diego Capel, un incordio continuo.
Las botas de Capel siempre creaban algo: una tarjeta, un centro, una falta e, incluso, un penalti en el minuto 34 cuando Muratovic midió mal y trabó a la salida de un saque de esquina lanzado por Xavi Hernández al habilidoso interior forjado en la cantera del FC Barcelona.
Villa cogió apenas un par de palmos para lanzar el penalti para acabar con la resistencia bosnia y resolver el enredo en el que se había metido el grupo de Del Bosque, con una marcha corta y lento de ideas para superar a la defensa rival. En cambio, el desenlace fue un disparo lanzado fuera por el delantero del Valencia y los brazos en alto de Hasagic.
VILLA SE RESARCE
España metió una marcha más al partido en el arranque de la segunda parte. Un disparo de Iniesta tras jugada personal fue el prólogo de un monólogo de los campeones continentales, que embotellaron a su rival que se veía incapaz de sacar el balón de su área.
Una asistencia de Cesc Fábregas a Villa la convirtió el punta del Valencia en oro puro. Rompió la línea de fuera de juego del ejército de Blazevic, sorteó con habilidad a Hasagic y en el borde de la cal, casi sin ángulo, cual un funambilista logró el 1-0, su gol número 19 con la 'roja' en las 37 veces en que vistió la camiseta.
Del Bosque quiso quedarse con el balón y cambió sus piezas, la verticalidad de Cesc por el control del centrocampista del Liverpool Xabi Alonso. También entró Cazorla, objeto frustrado de deseo del Real Madrid, por Capel, notable su respuesta a la confianza del técnico salmantino.
Iniesta, Cazorla, Senna y Villa, una, dos, tres veces, España acumuló al son de la batuta del 'director' Iniesta un buen puñado de ocasiones para marcar el segundo tanto. Éste no llegó, pero casi dio igual porque este equipo no es un manojo de nervios como antaño. La campeona de Europa cumplió y ahora tiene el próximo miércoles, ante Armenia en Albacete, la oportunidad de mejorar su efectividad en sus ejercicios ante el gol.