El equipo que dirige Vicente del Bosque comenzó el sábado con una suave sesión de entrenamiento en el estadio Letzigrund de la ciudad helvética, tras derrotar el viernes a Liechtenstein (0-4) en Vaduz, antes de trasladarse a la capital argentina.
Ni los jugadores ni Del Bosque hablaron con los periodistas en el aeropuerto de Ezeiza y fueron inmediatamente trasladados al hotel Emperador, en el centro de Buenos Aires. Fuentes cercanas al combinado español dijeron que la plantilla llegó sin lesionados, y que todos los futbolistas están en condiciones de jugar el partido.
La mítica Bombonera de Boca será el escenario donde Del Bosque diseñe el once para medirse a la selección sudamericana, en un partido que tendrá lugar en el Monumental de River y donde todo parece indicar que se disputará algo más que un amistoso.
Gran expectación
El choque ha despertado una gran expectación en la afición argentina y en la Federación local (AFA), donde se asegura que el escenario del encuentro estará repleto de público, a juzgar por la demanda de entradas en los primeros días en que fueron puestos a la venta. Así lo entiende también Del Bosque, que asegura que “el último antecedente, el que jugamos en el Vicente Calderón (2-1 en noviembre de 2009), fue un buen partido, más allá de lo que suele ser un amistoso, con un gran espíritu competitivo. Ojalá no perdamos ese espíritu”. El técnico no quiere dejar pasar una gran oportunidad de mostrar al mundo del fútbol que España sigue al mando.