Durante 22 años, las personas con VIH/sida han tenido prohibida la entrada al país, uno con las mayores tasas de contagio a pesar de esta medida, tomada al margen de las recomendaciones de los expertos.
De acuerdo con Obama, la prohibición es incompatible con la intención del país de liderar la lucha contra la enfermedad. De hecho, cuando se intentó tomar la misma medida en Australia (que iba a ser sede del congreso mundial sobre la enfermedad), comunidad científica y pacientes pusieron de manifiesto la inutilidad de tales políticas y, finalmente, no se aplicaron, lo que permitió la celebración de un encuentro de alto nivel sobre los últimos avances en la lucha contra el virus.
Precisamente, Estados Unidos espera ser sede del próximo congreso mundial de 2012.