Gran espectáculo en Baños de Río Tobía

Rioja2

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En un pueblo y sin televisión, podría pensarse que los pelotaris profesionales iban a esconderse, guardando fuerzas y manos para la inminente feria matea, tras un verano frenético de festivales al norte del Ebro. Pero no, los 8 que ayer se dieron cita en Baños de Río Tobía ofrecieron un gran espectáculo, recorriendo la cancha con ganas y empeño, por lo que recibieron varias y merecidas ovaciones del respetable.

Abrieron fuego Arretxe II y Larumbe contra Víctor e Iturriaga, dos parejas muy desiguales en su composición, ya que si en la zaga el colorado Larumbe tiene más pegada que Iturriaga, adelante es el azul Víctor quién juega con mucha más agresividad y potencia que Iker Arretxe.

Planteado así el partido, ninguna pareja acababa de llevarse el gato al agua, alcanzándose el empate a 17 en el marcador. Sacó Arretxe y Víctor empalmó un voleón dos paredes que sorprendió al rival, ganándose la ovación de bañejos y visitantes. Y derechito que se fue el de Ezcaray al 22, merced a un saque, un cortadón al choco, y dos fallos postreros de los derrotados.

Víctor dejó muestra de su clase, ganando 11 tantos (5 ganchos, dos saques, una dejada el carambolón referido, una paradita de gancho y un cortadón al choco), y errando 3 pelotas claras. Arretxe, por su parte, más discreto, gano 6 tantos (un saque, dos ganchos, un pelotazo, una carambola y una paradita de gancho), perdiendo dos pelotas (una por pasar del 7 al sacar).

Atrás, mucha igualdad en las cifras, por más que Larumbe pegara más y más largo: 5 fallos más un saque restable cada uno, y dos tantos ganados de pelotazo por barba (el de Larumbe, rebotazo claro).

El estelar enfrentó al flamante campeón manomanista, Mikel Urrutikoetxea, y el najerino descendiente de Baños, Álvaro Untoria, contra Artola y Albisu, una pareja esta última dura como pocas en la pelota a mano profesional. El partido resultó entretenido y vistoso, aunque sin mucha emoción en cuanto al resultado: Tras la salida en tromba de los colorados Urruti y Untoria (9 a 2), los azules fueron incapaces de acercarse a menos de 2 tantos.

Sujetando muy bien “Alvarito” Untoria los castañazos del bombardero Albisu, la clave estuvo en la mayor ambición que mostró Urrutikoetxea al arriesgar (y acertar). Tanto es así, que para acercarse en el marcador tras las escapadas de los colorados, Artola y Albisu tenían que evitarle, cargando el juego en la zaga. Pero Untoria aguantó con solvencia, soltando también de vez en cuándo buenos zurriagazos. De hecho, a pesar de pelotear con menos espectacularidad que su rival de puesto, ganó un tanto más que Albisu (4 tantos de pelotazo atrás, dos con cada mano).

Con el partido caminando cómodamente para los rojos, es de destacar la buena actitud que tuvo Jon Ander Albisu hasta el último tanto, ya que además de sacudir estopa sin miramientos, entraba hasta el cuadro 1 a levantar las dejadas del delantero rival.

La clave del 22 a 17 final estuvo en el acierto de los delanteros, ya que Artola falló varios remates claros, mientras que Urruti fue letal (sobre todo con la paradita al choco, jugada con la que mató 5 tantos). En la hora que duró el partido Mikel Urrutikoetxea ganó 9 tantos y perdió tan solo 2. Artola, por su parte, ganó 5 tantos más un saque, perdiendo otras 5 pelotas.

Atrás Untoria también recoge mejor estadística que Albisu: 4 tantos ganados y dos fallos el riojano (uno de ellos al no devolver un saque restable), por 3 tantos ganados (dejada al ancho, pelotazo con la diestra y rebote con la zurda) y 3 fallos (uno por no restar el saque), del guipuzcoano.

Como curiosidad reseñamos que en cada partido se rompió una pelota, lo mismo que sucedió hace unos días en Villar de Torre. Parece ser que en los frontones que tienen el suelo poco fino las pelotas se calientan y el núcleo se rompe, de manera que la pelota pierde su sonido a piedra y además hace botes raros, por lo que tiene que ser retirada.

Tras el estelar, las jóvenes promesas bañejas se fotografiaron con los profesionales.