Las críticas que llegan desde algunos rincones del planeta a Hugo Chávez, presidente de Venezuela, parecen no estar compartidas por la población venezolana. Una encuesta de opinión realizada por el Grupo de Investigación Social (GIS XXI) y divulgada este jueves, ha revelado que el mandatario venezolano tiene la aprobación del 60 % de la población debido a su gestión de la crisis energética provocada por el fenómeno climatológico de El Niño.
“Este valor significa un crecimiento de tres puntos con respecto al mes anterior”, recoge el documento que atribuye este ascenso al liderazgo del presidente en la resolución de la crisis energética que obligó al país a establecer cortes en el suministro y a su mayor incidencia en “la agenda social”.
En la misma línea, un 63,8% de los venezolanos considera que los 11 años de gobierno de Chávez han repercutido de manera positiva en el país,
mientras que un 53,6% de los mismos manifestó su rechazo a la oposición del país.
Estos datos podrían beneficiar a la formación política del mandatario,
el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), de cara a las elecciones legislativas del próximo 26 de septiembre que decidirán la formación de la Asamblea Nacional (AN).
La medición se realizó a 2.499 personas distribuidas proporcionalmente según el número de electores en cada uno de los 24 estados del país, entre el 8 y el 18 de junio. El estudio tiene un nivel de confianza del 95% y un margen de error de 2%.
Por otro lado, el gobierno de Chávez continúa sembrando polémica en el ámbito internacional por sus últimas medidas en el sector de la industria petrolera. El Gobierno de Venezuela ha incautado once torres petroleras pertenecientes a la compañía estadounidense Helmerich & Payne, que detuvo sus operaciones en el país latinoamericano el pasado año. “En este momento [...] el Estado venezolano, a través de sus distintos órganos competentes, está tomando el control de esta empresa de taladros [torres de extracción]”, dijo el ministro venezolano de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, en el acto durante el que se procedió a la toma de la empresa estadounidense, en el municipio de Anaco, estado de Aznoátegui (este).
Ramírez, que también es presidente de la compañía estatal de petróleos PDVSA, criticó a los dirigentes de la petrolera estadounidense porque, dijo, “prefirieron cerrar sus operaciones y dejar en sus instalaciones once taladros que necesitamos” de producción de petróleo.
“¡El Estado Revolucionario ha tomado el control de nuestra industria en beneficio de nuestro pueblo y nadie nos detendrá en este propósito!”, exclamó el ministro en un discurso pronunciado ante centenares de personas y retransmitido por la cadena estatal VTV.
“Hoy podemos afirmar categóricamente que el pueblo venezolano es dueño y propietario de su industria y que el Estado Revolucionario está, ahora sí, colocando la renta petrolera, el producto de la explotación del petróleo, al servicio de nuestro pueblo”, resaltó Ramírez.
La expropiación se produjo después de que la Asamblea Nacional venezolana declarase públicas las once torres petroleras. Además, el órgano legislativo ordenó que los cerca de 600 trabajadores de Helmerich & Payne pasen a ser empleados de PDVSA.
El año pasado, PDVSA renegoció las tarifas de extracción con 32 compañías, 18 extranjeras y 14 nacionales, que controlan las operaciones de 155 torres en todo el país.
Solamente una, Helmerich & Payne (que adeuda 43 millones de dólares a Venezuela), se negó a llegar a un acuerdo según un comunicado emitido la semana pasada por la petrolera estatal venezolana.