Varios medios de comunicación interncionales publican este lunes la información divulgada por Wikileaks sobre Guantánamo: 779 documentos secretos que posee sobre la prisión estadounidense ubicada en la base militar, cuya totalidad dará a conocer a lo largo del próximo mes, según recoge el comunicado publicado en la página web del portal.
Los papeles recogen las fichas de 758 de los 779 presos que han pasado por el penal. Este material fue elaborado entre 2002 y 2008 por la Fuerza Conjunta de Guantánamo y dirigido al Comando Sur del Departamento de Defensa, en Miami.
Estos documentos recogen recomendaciones sobre la necesidad de continuar con la reclusión de algunos presos o la de liberar a otros, de acuerdo a una escala de peligrosidad de tres niveles. El más alto implica que “probablemente” el reo representa “una amenaza para Estados Unidos, sus intereses y aliados”; el medio, que “quizá” represente tal amenaza; y el bajo, que es “improbable”.
Además, contienen detalladas explicaciones sobre los motivos por los que fueron encarcelados. En algunos casos aluden a las declaraciones de otros reos, no obstante, Wikileaks considera que son “poco fiables por que han sido víctimas de torturas o de otras formas de coacción o porque han facilitado falsos testimonios para asegurarse un trato mejor en Guantánamo”. En estos papeles aparece reflejada la opinión de la Fuerza Conjunta de Guantánamo y del equipo de investigación criminal creado por el Departamento de Defensa para realizar los interrogatorios, así como del equipo científico de valoración del comportamiento, formado por psicólogos que tenían la última palabra para la “explotación” de los reos.
Información sobre los presos
Dicho material aporta información inédita sobre los primeros 201 reos excarcelados, liberados entre 2002 y 2004, muchos de los cuales eran inocentes “detenidos por error o porque Estados Unidos ofrecía sustanciosas recompensas a sus aliados por la entrega de miembros talibán y de Al Qaeda”. Además, incluye los casos de los otros 397 que han abandonado el penal desde 2004 hasta la actualidad y de los siete que han muerto en sus instalaciones.
Entre los reos de “alto valor” más mencionados en estos papeles se encuentran, Abu Zubaydah, detenido en marzo de 2002 en Pakistán y trasladado a Guantánamo en septiembre de 2006 tras pasar cuatro años y medio en varias cárceles secretas de la CIA; así como Ahmed Jalfan Ghailani y Walid bin Attash, quienes fueron internados en la misma fecha, después de haber estado también en otros centros de detención clandestinos.
Otro de los más mencionados en estos papeles es Sharqawi Abdu Alí al Hajj, un yemení detenido en febrero de 2002 en Pakistán, considerado un “facilitador de Al Qaeda”. Llegó al penal en septiembre de 2004, tras su paso por un centro de torturas en Jordania y por las instalaciones de la CIA en Afganistán.
De forma reiterada, aparece también Ibn al Shaykh al Libi, descrito en estos documentos como el comandante militar en Tora Bora del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden. En 2001 confesó bajo tortura que miembros de esta organización terrorista habían contactado con el ex presidente iraquí Sadam Hussein para negociar la adquisición de armas biológicas y de destrucción masiva, argumento que fue utilizado por el ex presidente estadounidense George Bush para invadir Irak. Al Libi nunca llegó a ingresar en Guantánamo, ya que se suicidó en 2009 en una cárcel libia.
Además, los informes aluden con frecuencia a Sanad Yislam al-Kazimi, otro yemení, que fue detenido en Emiratos Árabes Unidos en enero de 2003, tras pasar por tres cárceles secretas, incluida la 'Prisión Negra' de Kabul.
Su divulgación desata la ira de la Casa Blanca
Estados Unidos ha condenado la “desafortunada” decisión de algunos diarios de publicar los documentos obtenidos “ilegalmente” por Wikileaks sobre la prisión ubicada en la base militar de Guantánamo (Cuba), según recoge un comunicado rubricado por el secretario de prensa del Pentágono, Geoff Morrell, y el enviado especial para el cierre del penal, el embajador Dan Fried. “Estos documentos contienen información clasificada sobre antiguos y actuales presos de Guantánamo, por lo que condenamos enérgicamente la filtración de esta información”, reza la nota, publicada por el diario The New York Times que se ha hecho eco de este nuevo material.
En este texto, Estados Unidos advierte de que esta filtración podría perjudicar los esfuerzos realizados por las autoridades para proteger a sus nacionales, objetivo que habría sido la prioridad de la administración del ex presidente Geroge Bush y de la del actual mandatario, Barack Obama, según explica el texto.
En este sentido, señala que el país “continuará trabajando con sus aliados y socios en todo el mundo para mitigar las amenazas contra Estados Unidos y otros países”, así como para cerrar el penal “con buenas prácticas de seguridad y de acuerdo a los valores nacionales”, tal y como prometió Obama al llegar a la Casa Blanca.