Efectivos de la Guardia Civil en La Rioja, tras varios meses de investigación, dan por finalizada la denominada operación “Vekario Klein”, que ha culminado con la desarticulación de lo que el cuerpo ha definido como “supermercado de la droga” que operaba desde una vivienda ubicada en pleno casco antiguo de la localidad de Arnedo, que se suministraba de electricidad mediante un enganche ilegal.
Esta actuación ha permitido retirar del mercado un total de 2.408 dosis de sulfato de anfetamina -speed-, que iban a ser distribuidas en Arnedo durante las Fiestas de San Cosme y San Damián, junto con pequeñas cantidades de heroína, hachís, marihuana, metanfetamina, setas alucinógenas y pastillas de éxtasis.
Por estos hechos, ha sido detenido un varón de 43 años, español y vecino de Arnedo, conocido por los agentes por su historial delictivo, al que se le considera presunto autor de delitos contra la salud pública por tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico.
Despliegue de drones para vigilancia aérea
A principios de marzo, agentes del Área de Investigación de Arnedo y del Equipo de Policía Judicial de Calahorra recibieron información, a través de las unidades de Seguridad Ciudadana, sobre la creciente presencia de consumidores de sustancias estupefacientes en la localidad de Arnedo. Además, se detectó un aumento exponencial en las incautaciones de drogas en las inmediaciones del casco antiguo de la ciudad.
Durante las primeras semanas, los investigadores lograron ubicar el inmueble donde se estaría llevando a cabo la actividad delictiva. La vivienda, ubicada estratégicamente en el casco antiguo, estaba equipada con cámaras de videovigilancia que permitían al traficante monitorear la presencia de la Guardia Civil, lo que dificultaba una entrada sorpresiva en el inmueble, dándole tiempo para deshacerse de la droga en caso de ejecutarse un operativo. Esta situación complicó significativamente las labores policiales para la obtención de pruebas.
Ante este desafío, los agentes se vieron obligados a modificar sus métodos de vigilancia y solicitaron la colaboración del Equipo Pegaso para controlar la zona de manera más efectiva mediante el uso de drones equipados con cámaras infrarrojas para operaciones nocturnas.
Venta de sustancias en vivienda y bajo demanda
El control al que fue sometido permitió neutralizar las férreas medidas de seguridad que utilizaba para llevar a cabo la venta de sustancias estupefacientes, tanto en el interior como en los exteriores de la vivienda, así como en diferentes puntos de la localidad, a requerimiento de los compradores.
Una vez recopiladas todas las pruebas que lo incriminaban en un presunto delito contra la salud pública, se procedió a solicitar a la autoridad judicial el pertinente mandamiento de entrada y registro del inmueble. Tras concederse, treinta agentes llevaron a cabo un cierre perimetral del casco antiguo. Seguidamente, agentes de la USECIC realizaron una entrada sorpresiva en el inmueble, procediendo a la neutralización del traficante.
Durante el registro se intervinieron 602 gramos de sulfato de anfetamina de alta pureza, 20.835 euros, pequeñas cantidades de heroína, hachís, marihuana, metanfetamina, setas alucinógenas y pastillas de éxtasis. Además, se incautaron todos los elementos necesarios para la adulteración, dosificación, pesaje y empaquetado de droga, así como anotaciones y documentación para su análisis y estudio. Con el speed intervenido, una vez adulterado y antes de su salida al mercado, se podrían haber elaborado 2.408 dosis, valoradas en 25.934 euros.
Además de las sustancias estupefacientes, se llevó a cabo la aprehensión de dos armas “traumáticas” y su correspondiente munición: un revólver y una escopeta accionados por CO2 (dióxido de carbono), altamente lesivos para la integridad física de las personas. Por esta razón, está prohibida su fabricación, importación, circulación, publicidad, compraventa, tenencia y uso. Junto a estas armas, se intervinieron dos puños americanos incapacitantes por electrochoque y puñales tipo Kuni.
Durante la operación “Vekario Klein”, los investigadores han contado con la colaboración de efectivos de la USECIC, el Servicio Cinológico con perros especializados en la búsqueda de drogas, el Equipo Pegaso con drones y Patrullas de Seguridad Ciudadana de Arnedo.