Ha nacido una historia de amor

Rioja2

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No había este domingo un solo aficionado de la UD Logroñés que no saliera de Las Gaunas con una sonrisa en la cara. De oreja a oreja. No era para menos: nueva victoria de los pupilos de Carlos Pouso. 1-0, frente al Burgos CF. Van ocho en diez partidos. El fútbol en Logroño ha dejado de ser una travesía por el desierto y se ha convertido en una expedición con rumbo fijo, ideas claras y buenos tripulantes. Los vientos futbolísticos soplan a favor y, si bien el viaje no ha hecho nada más que comenzar, la fiesta a bordo promete ser histórica. Al timón, un técnico vasco que ha devuelto el pulso a una ciudad en estado de coma eternizado tras años de amarguras y que ha recuperado las ganas de sentirse referencia en la categoría de bronce y alzar la vista hacia cotas más altas, olvidadas para unos, desconocidas para otros.

Los sinsabores no se dejan atrás tan fácilmente. Han sido demasiados años de agrias resacas conseguidas a base de whisky de garrafón, de añoranzas de aquel dulce beso con una chica en los primeros años de la universidad. Los corazones blanquirrojos son débiles. No se fían. Les gustaría dejarse llevar por una pasión desenfrenada, pero recelan de que todo sea un amor pasajero. No quieren brindar antes de tiempo. Sin embargo, cada paso afianza una relación basada en esas primeras alegrías que acompañan a una pareja que comienza. Moisés García, con un certero cabezazo, ha sido el último en gritar a los cuatro vientos que sí quiere.

Su grito no fue una declaración sino una contestación. Las gradas de Las Gaunas estaban melosas, con ganas de devolver el cariño recibido en las anteriores jornadas a base de goles y puntos. Los centros de Titi fueron el intercambio de piropos entre unos y otros, pero el tiempo del camelo pasó. Ya no vale sólo con decirle a la chica lo guapa que va. Sus botas naranjas pusieron en el área un sinfín de balones. Por arriba, por abajo, buenos, malos, regulares, fuertes, flojos, con un rematador claro, sin ninguna cabeza disponible… Tantos hubo que abarcó todos los tipos de centros. Bastó uno para conseguir el triunfo. Moisés García conectó con el esférico de manera perfecta y Aurreko nada pudo hacer por evitar que el testarazo se fuera hasta el fondo de la red.

Tras el gol, desplegó Pouso a la infantería sobre el terreno (Adrien Goñi), ayudada por los cazabombarderos dirigidos por Iker Alegre. El primero le dio al partido más nervio. Electricidad. Suya fue una contra que a punto estuvo de fulminar a un Burgos que ya en ese momento corría más riesgos de los que le gustaría. El guardameta visitante desbarató los disparos de Camochu. Llegó entonces el jefe de la aviación Alegre y dispuso de la ocasión que tarde o temprano tiene en cada partido. Recibió cerca del área, escorado, y paró en seco. Hizo al defensa dudar, como casi siempre, y arrancó hacia el centro. Apunten. ¡Fuego! Se fue por poco.

Despertó el conjunto burgalés y pensó que más valía morir de pie que vivir arrodillado, que decía Emiliano Zapata. Tuvo sus ocasiones y fueron claras, pero Miguel Martínez de Corta se ha empeñado esta temporada en callar todas las voces que le criticaban. Es posible que no quede ninguna. Sufrió la UD Logroñés, pero no lo hizo sola. Su afición estaba totalmente entregada a una causa de la que se sabían ganadores, pero por la que tenían que luchar. “Me quito el sombrero, les doy un diez”, dijo Pouso al término del encuentro.

La historia de amor continúa. El idilio, por el momento, es posible. Sólo faltó una carta de amor desde los vestuarios: “Hola, cariño, gracias por haber estado en esos momentos tan difíciles en el último tramo del partido. Carlos nos ha metido mucha carga de trabajo esta semana y físicamente no estábamos muy finos, pero el domingo que viene vamos a estar como motos. Te recuerdo que somos el equipo con más puntos (25) de las tres primeras categorías del fútbol español, que llevamos ocho partidos ganados, un empate y una derrota, quince goles a favor y cinco en contra. ¡Ah! Y otra jornada que somos líderes. Nos vemos en León. Un beso”.

FICHA

UD Logroñés: Miguel Martínez de Corta; Gago, Zubiri, Moisés García, Sergio Martínez; Titi, Julio Rico, Joel Valencia (Iker Alegre, min. 58), Abaroa, Miguel Santos (Goñi, min. 63); Camochu (Ubis, min. 76).

Burgos CF: Aurreko; Andrés, Maureta, Quesada, Dani Guillén; Gabri Gómez (Gabri, min. 85), Beñat (De Vicente, min. 58), Moke, Jorge Sáez, Carralero (Javi Hernández, min. 75); Cristian López.

Goles: 1-0, Moisés García (min. 53)

Árbitro: Navarro Collados (Comité valenciano). Ha amonestado a Gago, por parte de la UD Logroñés; y a Beñat, Jorge Sáez y Cristian López, por parte del Burgos CF.

Incidencia: 3.012 espectadores en Las Gaunas. Calurosa tarde de fútbol en Logroño, con varios centenares de aficionados llegados desde Burgos.