Los centros escolares riojanos están cambiando sus hábitos y van optando, cada vez más, por incorporar la jornada continua en sus aulas. Casi el 70% de los colegios riojanos, en su mayoría públicos, ha dejado atrás el horario partido.
Desde que un cambio en la normativa permitió adoptar este tipo de jornada, en el curso 2005/2006, poco a poco los centros han ido votando para elegir la jornada de sus escolares. Así, todos los centros de titularidad pública disfrutan ya de horario intensivo, sólo de mañana, excepto el CEIP Antonio Delgado Calvete, en Arnedo, y el colegio de Herce, que forma parte del CRA 'Alto Cidacos' junto a Arnedillo, Préjano y Enciso.
Este mismo mes, los padres del centro arnedano optaban, por segunda vez, por continuar con la jornada partida, con lo que los partidarios de la continua deberán esperar dos años más para poder volver a votar. En Herce también han votado varias veces, la última el año pasado.
En la red concertada, sin embargo, son minoría los centros que han elegido que las clases sean sólo por la mañana: en Logroño, el Rey Pastor, el Divino Maestro y, a partir del próximo año, también Maristas; en Calahorra, el San Andrés; en Santo Domingo de la Calzada, el Sagrados Corazones; y en Haro, el Sagrado Corazón.
Ha sido este centro de Santo Domingo uno de los últimos en incorporar la jornada intensiva, el pasado curso, junto al centro La Estación, en Arnedo, y el Eduardo González Gallarza, en Rincón de Soto.
Todos ellos han tenido que seguir el mismo procedimiento:cualquier miembro de la comunidad educativa puede solicitar un proceso de elección de jornada. El Consejo Escolar decide si se inicia y, si es así, la jornada que resulte elegida debe haber sido votada por el 60% de los votantes -antes era por el 75%-. El resultado no es vinculante y la titularidad del centro tiene la última palabra. El cambio resultante debe mantenerse al menos dos años, después de los cuales podría iniciarse un proceso de revocación, aunque esta situación nunca se ha dado en La Rioja.
PRIMAR LOS INTERESES DEL ALUMNO
La jornada continua cuenta con sus partidarios y detractores y, en algunos centros, su implantación ha causado polémica entre los padres, que se dividen entre los que creen que un horario intensivo reduce el nivel de atención de los pequeños al final de la jornada y los que, por el contrario, creen que los escolares rinden más si no tienen que parar para comer.
Tanto desde la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Centros Públicos, Fapa-Rioja, como desde la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos, Concapa-Rioja, mantienen una postura neutral, sin intervenir en estos procesos. Eso sí, ambos colectivos tienen claro que debería primar el interés del alumno frente al de los padres o profesores.
“No hay una corriente que garantice a nivel educacional cuál de las dos jornadas es mejor”, admite Carlos Torres, presidente de Concapa-Rioja, quien reconoce que hay estudios a favor de ambas. “Ademas, cada familia tiene su orden de prioridades, que puede ir desde el criterio educativo hasta la situación socio-laboral de los padres”.
“Lo que nos tememos -lamenta Eduardo Rojas, presidente de Fapa-Rioja- es que priman más los intereses de los padres y los profesores que los de los alumnos”. En cualquier caso, Rojas cree que “la jornada continua no es peor para el estudiante que la partida, aunque tampoco es la mejor porque para un estudiante son importantes los periodos de descanso”.
Y existiría además una tercera vía, sin explorar en La Rioja, pero contemplada en la normativa autonómica: la jornada mixta, consistente en agrupar las clases por la mañana y uno o dos días por la tarde, determinados por el propio centro, no por la Consejería.