La inestabilidad sigue estando presente en las calles de Tailandia. Las protestas de los camisas rojas continúan tras expirar el ultimátum lanzado por el primer ministro tailandés, Abhisit Vejjajiva, que exigió a los manifestantes que abandonaran Bangkok o de lo contrario tomaría “medidas”.
Estas medidas han derivado en los incidentes violentos que se han registrado en el distrito financiero de Bangkok, en los que varias personas han sido heridas y han tenido que ser trasladadas al hospital, entre ellas un asesor militar de los opositores camisas rojas, según informaron fuentes médicas y de los manifestantes.
Testigos presenciales informaron de una potente explosión y de varias ráfagas de disparos en la zona de Silom, cercana al campamento donde permanecen concentrados miles de camisas rojas desde hace ya nueve semanas. Apenas media hora después, fuentes médicas informaron del traslado a un hospital de un número indeterminado de heridos, entre los que figuraría como herido de bala el general disidente Jattiya Sawasdipol, según añadieron los propios manifestantes.
El líder de los camisas rojas, Weng Tojirakarn, ya había advertido que su ocupación del área del centro de Bangkok no concluirá pese a las amenazas de cortarles los suministros y el fluido eléctrico. “Que adopten las medidas que quieran, no nos van a asustar”, afirmó Weng, líder del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura (UDD), el partido al que pertenecen los camisas rojas.
Hasta ahora los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes han dejado un saldo de 27 muertos y en torno a 1.000 heridos.