La tensión entre Líbano e Israel resurge días después de su enfrentamiento en la frontera. En esta ocasión, viene de la mano del grupo libanés chií Hezbollah, quien afirma tener pruebas que supuestamente implicarían a Israel en el asesinato en 2005 del ex primer ministro de Líbano, Rarik Hariri.
Hassan Nasrala, líder de Hezbollah, muestra en un vídeo un montaje de imágenes del itinerario que siguió Hariri antes de ser asesinado que supuestamente habría captado un avión espía israelí interceptado por Hezbollah.
“Lo que he mostrado no es una prueba definitiva, pero debería ser tenido en cuenta. Durante cinco años, nadie, ni la comisión internacional que investigó el caso ni nadie en Líbano, ha dado ningún crédito a esta hipótesis”, afirma Nasrala en su declaración.
Nasrala afirmó que en 2007 Hezbollah logró interceptar un avión espía israelí que sobrevolaba el espacio aéreo libanés que supuestamente habría grabado cientos de horas de horas de vídeo.
En un montaje de dos horas, Nasrala mostró lo que dijo era una grabación tomada por el citado avión de una carretera costera de Beirut que en 2005 atravesó el convoy de Hariri para cubrir la distancia entre el parlamento y su residencia, situada en la zona oeste de la capital libanesa.
Las imágenes no están fechadas y en ningún momento aparece en ellas el convoy de Hariri.
Nasrala afirma que Israel ha de ofrecer respuestas acerca de por qué mandó uno de sus aviones espías a sobrevolar y a tomar imágenes de esta zona, que se encuentra fuera de las áreas tradicionalmente dominadas por Hezbollah.
El líder de Hezbollah, además, sostiene que un doble agente libanés a sueldo de Israel comunicó al gobierno israelí el emplazamiento donde se produjo la potente explosión que acabó con la vida de Hariri un día antes de que éste muriera.
Desde Israel, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha calificado de “ridícula mentira” la acusación de Nasrala. “Está clarísimo que este señor sin honor que está al servicio de un régimen extremista tiene cero credibilidad y lo único que está manifestando con estas acusaciones es su propia debilidad política”, dijo el portavoz de Exteriores israelí, Igal Palmor.
Para Palmor, “la primera pregunta que surge al oír las declaraciones es: ¿si tenía estas pruebas tan patentes por qué no las reveló antes?”.
El asesinato de Hariri fue investigado por una comisión de la ONU, que pese a que no pudo reunir pruebas determinantes sobre la autoría del magnicidio, sí que señaló indirectamente a Siria como posible autor del crimen.