El Teatro Bretón acoge desde este jueves tres nuevos montajes dentro de la edición número 45 del Festival de Teatro de Logroño: ‘La verdadera historia de la muerte de Franciso Franco’, ‘Mastodonte’ y ‘El misterio de los sentimientos no resueltos’.
En concreto, el jueves 14 de noviembre, a las 20:00 horas, será el turno de ‘La verdadera historia de la muerte de Francisco Franco’, una delirante historia, mitad hazaña inventada, mitad crítica áspera de la deriva que prolongaba el nostálgico fastidio de los emigrados.
Antiguo mesero titular del Café Español, situado en la Ciudad de México, Ignacio Jurado Martínez, en sus últimos coletazos, casi calvo, casi sordo, pero con las mismas ganas de meter cuchara en las conversaciones ajenas, acude cada día a este otro café para contar su verdadera historia. Aquella que nunca se atrevió a contar.
El viernes 15 de noviembre, a las 20:00 horas, el teatro logroñés acogerá el proyecto musical ‘Mastodonte. Belleza y perdón’. El nuevo trabajo de Asier Etxeandia y Enrico Barbaro es un viaje confesional de templos sagrados y alabanzas a la vida, de revolución y preguntas, de canciones como monólogos y música, como terapia; mensajes místicos y paganos acompañados de ritmos y armonías sagradas.
Antiguas y nuevas canciones como salmos en una iglesia convertida en decibelios que invitan al trance y al sudor del culto, banda sonora de una nueva era y de un nuevo discurso directo al corazón. Aquí y ahora. Porque nunca serás más joven de lo que eres hoy.
Finalmente, el sábado 16 de noviembre, a las 20:00 horas, llega al Teatro Bretón ‘El Misterio de los sentimientos no resueltos’. Una deliciosa mezcla de humor absurdo y conmovedora solemnidad que lleva el sello distintivo del coreógrafo noruego Jo Strømgren.
¿Te ha pasado el llorar sin motivo? ¿Sentir un miedo por las cosas más absurdas? ¿Piensas que hay algo inexplicable dentro de ti? ¿A quién recurres si solo eres capaz de llorar cuando no quieres, si te enfadas con los botes de basura o si el pan te da ataques de pánico? ‘El Ministerio de los Sentimientos No Resueltos’ tiene escaso presupuesto, pero una importante misión: sus trabajadores sociales son responsables de resolver problemas que ninguna otra agencia puede solucionar.