Paula Ortíz vuelve a Zinemaldia con La virgen roja que tendrá su estreno en La Rioja el 27 de septiembre. La nueva hornada de increíbles profesionales de la industria como Carla Simón, Celia Rico, Elena Martín, Blanca Funes, Pilar Palomero, Estíbaliz Urresola, Paula Ortiz por citar solo unas cuantas, están dando voz a historias fundamentales de mujeres de ayer y hoy que enriquecen el audiovisual y la cultura en general por derecho propio.
Una de estas historias apasionantes de nuestro pasado, la de la joven prodigio Hildegart Rodríguez, ha sido recuperada por la zaragozana Paula Ortíz que regresa a San Sebastián, esta vez, para competir por la Concha de oro en la sección oficial del certamen.
En La virgen roja, la responsable de títulos como La novia, o Teresa, aborda una tremenda historia que la ha obsesionado desde que era muy joven y no es para menos. Concebida por Aurora Rodríguez Carballeira, una culta y privilegiada mujer que asumió su maternidad desde la eugenesia, o el perfeccionamiento de la especia humana, la pequeña niña fue instruida de manera férrea en su propio hogar y por su propia madre.
A los 8 meses sabía hablar, a los 2 años leer, a los 3 escribir, dominaba varios idiomas cuando todavía no era adolescente y se licenció como la más joven abogada española por nombrar solo una pequeña parte de su impactante Currículo académico.
La película se centra en la relación madre-hija y cuenta con la solvencia y la autenticidad de una Nawja Nimri que se echa a los hombros el papel de la terrible Aurora, y despliega una intensidad tan abrumadora que, como explicó en rueda de prensa en el Festival, le pasó factura. Su interpretación es extraordinaria y se postula seriamente para poder ser una de las premiadas de esta edición con total justicia. Le da la réplica la joven actriz, Alba Planas, en una tarea nada fácil que resuelve con nota, aportando al personaje una dulzura y entidad casi perfecta.
La fantástica Aixa Villagran aporta con su bello y muy real personaje un toque de humanidad más que necesario para rebajar la enorme tensión que sucede e impacta durante el visionado de La virgen roja.
Ortiz, vuelve a demostrar su extraordinario talento para la perfección estética. La dirección artística es excepcional como ya lo fueron sus anteriores trabajos. El tratamiento de los personajes y la dirección de actores es impecable y el ritmo y la tensión de la trama hacia su terrible final mantiene al espectador enganchado desde el minuto cero.
La virgen roja es una de esas películas que hay que ver en pantalla grande y de nuevo, el otoño, viene cargado de grandes estrenos que, tras su paso por el Festival de San Sebastián llegarán a La Rioja, estrenos que, a buen seguro, el público riojano más cinéfilo agradecerá.