Hortelano estudia la venta de una parte del Logroñés

Rioja2

0

Final de la temporada 2006/07: Juan Hortelano se da un baño de 'masas' en la Biblioteca Pública de Logroño. Ante los socios promete una inversión de 1.300.000 euros, un equipo potente dentro del grupo II y con claras opciones de lograr el ascenso a Segunda división. Julio de 2007: el Logroñés se presenta con Quique Setién a la cabeza y un equipo carente de lo que en baloncesto se conoce como 'jugador franquicia' que enganche a la afición. Agosto-septiembre de 2007: el mal inicio liguero del Logroñés frena a los aficionados. El club pierde socios y comienzan los apuros deportivos.

Esa es, a grandes rasgos, la historia del Logroñés desde finales que terminara la pasada temporada. Por medio hubo unas elecciones locales en las que el PP perdió el Ayuntamiento y que el propio Hortelano celebró como un triunfo propio. Se las prometía felices, pero en la Administración no todo se puede hacer a la ligera. Así, sin poder recibir subvenciones y con cualquier ingreso futuro embargado de antemano por deudas pasadas, la crisis económica se ha vuelto a hacer dueña del Logroñés que pronto comenzó a demorar pagos. La sentada en el derbi fue el punto álgido de la protesta de una plantilla que, a 19 de febrero, aún no ha recibido la nómina de enero.

En ese escenario, como suele ser habitual, pronto surgen los rumores. Quien más quien menos se postula, hace propaganda, hace gala de su “corazón siempre blanquirrojo”, dice que le han llamado de Madrid para que estudie tal, de Huelva para que invierta esto, de Sevilla para que haga lo otro.... Pero todo depende de Juan Hortelano. Dos no riñen si uno no quiere, dice el refrán. Y uno no compra si el dueño no quiere vender, se ha dicho desde el Club Deportivo Logroñés.

Ese ha sido el discurso mantenido por el empresario madrileño desde hace mucho tiempo. Pero ahora ha cambiado. El principio de su posible salida del club blanquirrojo comenzó a gestarse el pasado 7 de noviembre en la sala de prensa de Las Gaunas. Era la presentación de Eugenio Vecino y Vicente Moreno como nuevos actores en el culebrón blanquirrojo. Moreno reconoció entonces que asumiría, de momento, el 48 por ciento de las acciones del club. Hortelano negó entonces que su idea fuera la de salir del Logroñés. Lo que le hacía falta (“hay que tener en cuenta que el sector inmobiliario está en crisis”, dijo semanas después) era liquidez. Ahora, otra vez, ese es el gran problema del Logroñés. Setién está sin finiquitar, Abadía ve el fútbol desde el túnel de vestuarios o la grada, según proceda, y la plantilla hace sentadas.

Un cúmulo de circunstancias que hacen que el presidente estudie seriamente la posibilidad de vender el club. Así se reconoce desde el seno de la entidad, aunque con matices. “Lo que no quiere Juan Hortelano es dejarlo en manos de cualquiera. Hay muchos rumores y de todos ellos el más próximo a la realidad es el de Fran Canal en representación de un grupo empresarial”, se señala desde el club. De la oferta de Fran Canal, dicen los mentideros futbolísticos que podría aportar al club entre 600.000 y 800.000 euros, cantidad necesaria para poner al día a la plantilla y salvar la temporada.

Pero, ¿la salida de Hortelano sería definitiva? La respuesta es no. “El presidente podría vender una parte de la propiedad, aunque hasta ahora no hay una oferta concreta, ni se ha hablado con nadie ni se han mantenido reuniones. Tampoco con Eduardo Blanco, presidente del Recreación”. Todo está, pues, en un ya veremos. Lo único claro es que el precio lo fijará Hortelano y que no será, pese a que las hemerotecas le quitarán la razón, de dos euros, cantidad que él pagó por el club.

La duda -otra más- es la de saber cómo exactamente están distribuidas ahora las acciones del Logroñés. En teoría el 48 por ciento pertenece a Moreno y el otro 52 a Hortelano, con lo que el nuevo inversor en ningún caso asumiría la mayoría de las acciones (salvo que Hortelano se quedara con un 3 por ciento). ¿Hay alguien dispuesto a eso? Probablemente sí ya que, parádojas de la vida, el Logroñés es el club más querido por todos aquellos que han vivido, e incluso contribuidao, su agonía y casi su desaparición. ¿Por qué será?