“Hace aproximadamente 15 ó 16 meses, llegamos a tocar la paz con la punta de los dedos”. Así lo aseguró ayer el ex presidente del PNV, Josu Jon Imaz, que haciendo un poco de 'política-ficción' auguró que si el proceso de paz hubiera ido “bien” en estos momentos estaríamos ante “una paz cuasi consolidada”. Además, Imaz señaló que si bien el problema del terrorismo sigue estando muy presente, afortunadamente “la intensidad” de la violencia etarra es “muy inferior a la que era hace unos años”.
“Si aquello hubiese ido bien, ahora tendríamos una paz cuasi consolidada, lo cual no significa que esto se hubiese solucionado para siempre”. Imaz cree que se necesitará “varios años para cerrar las heridas sociales que el ejercicio de la intolerancia de ETA han dejado en el tejido social vasco después de tres décadas”.
Y durante ya el malogrado proceso la posibilidad de que esa herida se cerrara y comenzara a cicatrizar fueron muchas ya que, según aseguró en una entrevista concedida a la Cadena Ser recogida por otr/press “se llegó a tocar la paz con la punta de los dedos” y si no se consiguió fue por “la debilidad y sumisión del mundo de Batasuna a ETA, única responsable”.
Pero a pesar de que la paz no se logró, en Euskadi, según Imaz, “vamos mejorando” ya que si bien “el problema de ETA y de la violencia es dramático, todavía está ahí”, ahora “la intensidad del fenómeno es muy inferior a la que era hace unos años, aunque sigue siendo trágica, y, luego, los tiempos de cada uno de los procesos también se van acortando”.
Reconoce que sus cuatro años al frente del PNV hubieran tenido un final “mucho más bonito” si hubiera salido bien el fracasado proceso de negociación con ETA, aunque asegura que no se va con un sabor amargo o resentido. “Me voy sin dolor, pero el proceso de tomar una decisión de este tipo lleva tiempo, reflexión, hay días en los que uno no lo pasa bien”, asegura Imaz, quien aclara que su marcha “no es algo táctico”, por lo que no piensa volver en uno o dos años, “aunque la vida da muchas vueltas”. “Hay vida fuera de la política y tengo ganas de hacer otras cosas”, sentenció.
ETA SIEMPRE SALE MÁS DEBIL
El diagnóstico que hace Imaz de ETA coincide con el que ayer hizo el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, que afirmó que “ETA ha salido más debilitada de todos los procesos más frustrados de diálogo”. Aunque los intentos de Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero no supusieran el fin del terrorismo, la verdad es que de ellos “el Estado ha salido más fuerte” y ETA más débil.
Además, Alonso también destacó que ETA también se ha debilitado por las 360 detenciones de terroristas realizadas desde 2004, operaciones que, en su opinión, han tenido una “importancia cualitativa extraordinaria”. El ministro indicó que “ETA no ha dejado de ser golpeada y cada vez está más débil también en su entorno social, político y penitenciario”. En todo caso, Alonso avisó que es “una organización terrorista que puede golpear en cualquier momento”.