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El presidente de la Federación Riojana de Caza, Eduardo Cornejo Salazar, y el secretario de la entidad, Alberto Gil Albert, tendrán que declarar el próximo mes de septiembre en el Juzgado de Instrucción número 2 de Logroño por un posible delito de malversación. Se les acusa además de haber falsificado documentos públicos.
Según la denuncia, presentada por un miembro de la Federación y admitida a trámite por el Juzgado, la contratación de Alberto Gil Albert como secretario de la Federación de Caza se produjo de forma “turbia, oculta y sin seguir el procedimiento debido”. Se les acusa además de tratar de coacción a los federados que han mostrado sus dudas sobre este proceso a través de expedientes disciplinarios y se señala incluso el uso de firmas falsas en estos documentos.
En definitiva, que “utilizan la Federación Riojana de Caza y los recursos y medios públicos a su antojo para fines personales y privados en perjuicio de otros particulares y federados”.
Y es que la contratación de Alberto Gil Albert, en junio del año 2022, sorprendió a varios miembros de la federación ya que en la asamblea en la que se produjo, no se habló claramente, según fuentes consultadas por Rioja2, ni de las condiciones ni del salario. “Se habló de nombramiento, no de contratación y no se habló de salario sino de condiciones de nombramiento”, expone uno de los cazadores federados en una batería de preguntas dirigidas a la Junta unos días después de este nombramiento al enterarse del salario real de Gil Albert.
Según los documentos a los que ha tenido acceso Rioja2, el sueldo anual del secretario de la Federación de Caza asciende a 74.500 euros brutos anuales, un total de 92.000 euros al año de coste para la Federación, una abultada cifra si se tiene en cuenta que el presupuesto anual en su conjunto ronda los 230.000 euros. Para este año se ha presupuestado una candidad superior que alcanza los 340.000 euros. Es decir, en el mejor de los caoss, uno de cada cinco euros de la Federación iría destinado a cubrir el sueldo del secretario.
A raíz de esta contratación, dos de los cinco miembros de la Junta Directiva de la Federación Riojana de Caza han presentado su dimisión por no estar de acuerdo ni con el proceso de contratación ni con el salario.