El Gobierno de Japón ha aprobado hoy una ley para acelerar la limpieza de las casi 22 millones de toneladas de escombros que se amontonan aún en las zonas afectadas por el tsunami que el 11 de marzo golpeó el noreste del país.
Una vez ratificada por el Parlamento, la nueva norma permitirá que 148 pueblos y ciudades asoladas por el desastre reciban ayuda del Ejecutivo para acelerar la limpieza, aunque parte de los costes deberán ser sufragados por los propios municipios, informó la agencia local Kyodo.
El desastre de marzo dejó más de 22.000 personas muertas o desaparecidas y más de 100.000 viviendas totalmente destruidas en las provincias de Miyagi, Iwate y Fukushima, que habían solicitado al Gobierno en varias ocasiones una ley como la aprobada hoy. Las montañas de escombros en esas provincias dificultan las labores de reconstrucción y suponen además un caldo de cultivo de enfermedades y plagas, especialmente en zonas pesqueras, donde los desechos incluyen numerosos restos marinos cuyo estado empeora con el calor de esta época.
“Esperamos que esta ley se apruebe sin demora ya que permitirá acelerar muchísimo la limpieza”, aseguró el ministro nipón de Medio Ambiente, Satsuki Eda, en una rueda de prensa. Los debates en el Parlamento, sin embargo, podrían prolongarse; ya que el opositor Partido Liberal Demócrata (PLD) y otros grupos de la oposición quieren que el Ejecutivo asuma el total de la carga económica de la limpieza.
Muchos municipios, que luchan aún por limpiar las toneladas de escombros dejadas por la catástrofe, han denunciado que la respuesta del Gobierno central ante la crisis ha sido demasiado lenta. En las zonas arrasadas trabajan en la retirada de desechos cientos de voluntarios con la ayuda de organizaciones no gubernamentales, que han advertido de que la limpieza de la costa podría llevar hasta dos años.