La AEMET prevé un otoño meteorológico cálido en La Rioja y tendiendo a 'normal' o a 'exceso de humedad' en cuanto a precipitaciones, tal y como ha desvelado la delegada de la entidad en La Rioja, Paloma Castro. Un otoño que llega tras un verano que, como ha indicado, ha sido cálido y húmedo con cuatro olas de calor, la más importante, a finales de agosto “cuando llegamos a noches tropicales (más de 20 grados)”.
De cara a los últimos meses del año, “existe una alta probabilidad -entre un 60 y un 70 por ciento- de que sea más cálido de normal. En cuanto a la humedad, aunque al principio era poco clara la estadística, parece que con las lluvias caídas estos días de septiembre nos podemos aproximar a lo 'normal' y puede que a la 'humedad'”. Unos meses que, como ha indicado, no serán diferentes al de resto de España e incluso Europa.
Para esta semana que entra, además, “las temperaturas irán en aumento a partir del día 27. Serán altas para la época del año en la que nos encontramos”. “Volvemos al 'Veranillo de San Miguel' y no tenemos precipitaciones a la vista hasta el 3 de octubre”. Como ha indicado “vienen 'frentes' pero tendrán poca vida y se podrán quedar en Galicia, Cantabria o en el norte de Navarra”.
Con respecto a la vendimia, indica, “ha habido un crecimiento normal de la uva hasta las tormentas de las pasadas semanas, cuando han traído granizo y ha habido zonas muy afectadas. Por lo tanto, puede que el desarrollo de la uva no sea tan grande como lo esperado”. Además, estas lluvias “han podido producir hongos peligrosos (Botrytis) pero, de momento, no se prevé más lluvia”.
Por su parte, la delegada de la AEMET en La Rioja ha realizado también un balance del verano que acabamos de terminar. Aunque ha sido cálido -ha indicado- “ha habido años con temperaturas más altas”. “En La Rioja, el verano del 1 de julio al 31 de agosto, si lo comparamos con 1991, ha sido un verano cálido y húmedo” y el año agrícola “más bien cálido y seco”. “Si vemos la temperatura media de la comunidad, es de 20,7 grados, no ha sido la más alta, ha habido otros valores de años con temperaturas más altas, como fueron 2003 y 2022”. La anomalía de temperaturas en La Rioja fue de más 1,5 grados, superior a la de España.
43,3 grados en Logroño
“Lo más llamativo del verano fue la última ola de calor (20-25 de agosto aproximadamente) cuando estuvimos en riesgo rojo en la ribera del Ebro. En Logroño, el 24 de agosto se alcanzaron los 43,3 grados. En cuanto a las precipitaciones, destaca, ”la manera de llover en verano es anómala, escasa y en forma de tormentas y llevan consigo asociadas grandes intensidades, pedrisco, granizo...“. Además, añade, ”ha habido grandes contrastes entre Cenicero y Arnedo, por ejemplo“. En el comienzo del otoño meteorológico, finaliza, en septiembre sí que hemos visto cantidades significativas de lluvias” en la región.