La Comisión Europea prevé que la economía de la zona euro se ralentice durante los próximos meses como consecuencia de las turbulencias financieras originadas por la crisis de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos.
“Aunque los efectos de las turbulencias han quedado confinados hasta ahora al sector financiero, hay algunos signos de que pueden haber estado afectando también al resto de la economía”, alertó el Ejecutivo comunitario en su informe trimestral sobre la eurozona.
El informe destaca que el crecimiento en la eurozona subió hasta el 0,7% del PIB en el tercer trimestre de 2007, frente al 0,3% del segundo trimestre, gracias sobre todo a la demanda doméstica. La inversión repuntó tras la pausa del trimestre anterior mientras que el consumo privado mantuvo un ritmo de crecimiento moderado del 1,5%.
Durante los próximos meses, Bruselas cree que el crecimiento se verá afectado negativamente por la crisis crediticia a través de tres vías fundamentales. En primer lugar, el endurecimiento de las condiciones de crédito perjudicará tanto a las empresas como al sector de la vivienda. El segundo canal de contagio es el consumo privado en Estados Unidos, que si cae de manera abrupta tendrá un fuerte impacto en el resto del mundo. Finalmente, el Ejecutivo comunitario alerta de que la crisis 'subprime' ha provocado ya una disminución de la confianza entre las empresas y los consumidores que podría seguir agravándose.
De acuerdo con las previsiones de otoño de la Comisión, el crecimiento de la zona euro se desacelerará del 2,6% previsto para 2007 al 2,2% en 2008, tres puntos menos de lo que se esperaba la pasada primavera. No obstante, el informe trimestral alerta de que “una crisis financiera más larga y más profunda supondría significativas pérdidas adicionales en términos de crecimiento económico”.
Bruselas destaca que las turbulencias no son el único factor que amenaza el crecimiento en la eurozona, sino que también hay que tener en cuenta el impacto negativo del alto nivel de los precios del petróleo y el euro fuerte. Respecto a este último punto, el informe señala que el euro se ha apreciado este año un 6% en términos nominales en comparación con 2006 y alerta de que, si continúa subiendo, las exportaciones europeas comenzarán a resentirse de manera más importante.
En cuanto a la inflación, el informe recuerda que en noviembre alcanzó el máximo en 6 años, el 3,1%, desde el 2,6% en octubre y el 2,1% en septiembre. El Ejecutivo comunitario espera que se trate de un “repunte temporal” causado por el incremento de los precios del petróleo y de las materias primas, especialmente los productos agrícolas.
Además, destaca que, en términos históricos, la inflación nunca se ha mantenido tan baja y tan estable como desde la introducción del euro. Mientras que en los años 70, la inflación media de los países miembros de la eurozona se duplicó en las dos crisis petroleras hasta superar el 9%, se ha reducido a alrededor del 2% en la década actual.