La Compañía Nacional de Teatro Clásico trae este fin de semana a Logroño “El perro del hortelano”, último montaje dirigido por Eduardo Vasco, que contiene lo mejor de Lope de Vega: su optimismo sobre la vida, la elegancia y el inconformismo ante lo adverso, con el denominador común del amor.
Así lo han destacado hoy los protagonistas de la obra, Eva Rufo y David Boceta, en la presentación de esta tragicomedia, que se representará los próximos días 20 y 21 en el Teatro Bretón.
Ambientada en el Nápoles del siglo XV, la obra es una comedia, pero con personajes y escenas que rozan la farsa y en cuya trama central está el romanticismo.
Acompañados por el director del Teatro Bretón, Jorge Quirante, los protagonistas han coincidido en destacar cómo el poeta da una lección sobre lo imprevisible que debe ser una comedia, las ventajas de la mezcla de géneros y la ausencia necesaria para enfrentarse a los límites.
Así, han explicado que lo especial que diferencia este montaje de otros es que el director ha tratado de elevar al máximo el romanticismo y la farsa.
La comedia gira en torno al personaje de la condesa Diana (Eva Rufo), una joven en edad de casar, y sus pretendientes, entre ellos, su secretario, que encarna David Boceta, cuyo trato evoluciona desde el protocolo estricto hasta una relación amorosa, que les lleva a perder el sentido el uno por el otro.
La protagonista ha confesado que lo más difícil de representar a Diana ha sido rescatar la esencia y energía que dio Lope de Vega al personaje.
También ha explicado que la obra, aunque es en verso, es bastante sencilla de seguir, ya que su lenguaje es “muy directo y sencillo”.
Boceta ha explicado que la obra, que se estrenó recientemente en Toledo y que se representará en distintas ciudades españolas, ha conectado “muy bien con el público”.
También ha subrayado que, a pesar de que la situación actual para el mundo del teatro “no es óptima porque muchas compañías están desapareciendo”, no es el caso de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que apuesta por “buscar el presente vino y no la arqueología teatral”.