Las contribuciones de los países de la eurozona se basarán en sus respectivas cuotas en el capital del Banco Central Europeo (BCE). La cuota de España en el capital del BCE asciende al 8,3%. No obstante, la contribución final española podría situarse alrededor del 12,5% del total, teniendo en cuenta que los países de fuera de la eurozona, que también aportan capital al Banco, no contribuirán en principio al rescate griego.
Considerando estas variables, las autoridades españolas calculan que les corresponden 2.000 millones de euros. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no confirmó la cifra pero señaló que España “aportará lo que le corresponde por su peso, del PIB y de la población” pese a sus problemas económicos. En este sentido, aclaró que esta participación computará como deuda y no como déficit al tratarse de préstamos, y recordó que “la deuda española está 20 puntos por debajo de la media europea”. La cuota de Alemania se sitúa en el 18,9%, la de Francia en el 14,2% y la de Italia en el 12,4%.
El pacto franco-alemán se produjo justo antes del inicio en Bruselas de la tradicional cumbre de primavera de líderes europeos tras 48 horas de intensos contactos entre los líderes europeos y se comunicó en primer lugar al presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy y al presidente del BCE, Jean-Claude Trichet. A continuación, se hizo llegar al resto de líderes de la eurozona y fue ratificado por el Eurogrupo.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, jugó un “papel destacado” en la consecución del compromiso aunque no estuvo presente en la reunión que le dio el “toque final”, según explicaron fuentes gubernamentales. Zapatero desayunó con Van Rompuy y mantuvo una conversación telefónica con la canciller Merkel poco después de las 14:00 horas.
Además, fue Zapatero el que, con Sarkozy, reclamó la convocatoria de la reunión del Eurogrupo el pasado martes. El presidente del Gobierno insistió esta mañana en que era “de gran importancia” para la estabilidad del sistema financiero y de la economía que los líderes europeos pacten hoy el plan para rescatar a Grecia si se agrava su crisis de endeudamiento.
En la rueda de prensa posterior a la cumbre social tripartita, Zapatero resaltó que la solución debe ser “fundamentalmente europea” aunque consideró “admisible” la participación del Fondo Monetario Internacional (FMI). Se mostró dispuesto a “mejorar los mecanismos dentro del Pacto de Estabilidad, pero insistió en que ”hoy la UE tiene que demostrar el compromiso con el euro y el compromiso con los países que lo integran, haciendo bien las cosas“.
Por su parte, la canciller Merkel volvió a destacar poco antes del inicio de la cumbre que la posibilidad de un rescate a Grecia que combine la intervención del FMI y las ayudas bilaterales debe ser “la última opción”, y sólo en caso de que el país heleno no pueda conseguir el dinero por sí mismo.