“Depende, ¿de qué depende? De según como se mire, todo depende”. Va a llevar razón Pau Donés. “El arbitraje ha sido excelente”. “La actuación del árbitro jamás se puede calificar de excelente”. José Alberto López y Sergio Rodríguez vieron con otros ojos la actuación arbitral. A uno le favoreció de forma considerable; con el otro, hubo más errores que aciertos. No es nuevo en la Unión Deportiva Logroñés. Lo de Torrent fue lo máximo. Lo de Anduva, como para no olvidarlo siendo tan reciente. Pero es que lo acontecido en Las Gaunas puede ser una tarde más que se le complica al cuadro riojano merced a las decisiones arbitrales.
Dos expulsiones, un montón de amarillas y un gol polémico, el que supuso el 1-2. Además, de la sucesión de disparidad de criterios para unos futbolistas y otros. Así es difícil jugar. Concentrarse en marcar el ritmo y en ser mejor que un líder como el Sporting B al que todo le va de cara. La suerte de los campeones, se dice. El caso es que la UDL mientras tuvo once jugadores en el campo mantuvo el tipo, incluso se puede decir que estaba siendo un poco mejor, así lo atestiguaba el marcador merced a una genialidad de Sotillos. Pero con la roja a Miguel Santos todo cambió.
Por de pronto, la UDL tuvo que ceder metros. El cuadro gijonés empató al instante y pese a que los riojanos supieron jugar en inferioridad llegó un segundo tanto polémico por un posible fuera de juego. Luego, pese a las trabas, los blanquirrojos tuvieron fe. Creyeron. Marcos André falló lo que no se puede marrar. Y en los minutos finales, el Sporting B estuvo encerrado en su campo, aunque sin ocasiones claras de los locales. Una derrota que supone que la fase de ascenso ya sea imposible. Ahora, hay que centrarse en repetir en la Copa del Rey. Tres jornadas quedan y, de momento, hay 3 puntos de ventaja respecto al Tudelano. Luego, tiempo para la evaluación y la reflexión.
El Sporting B se jugaba el liderato, la UDL estar a la altura y apurar sus opciones, como había dicho el entrenador local días antes. El primer tiempo fue una lucha de poderes. Ambos querían la pelota, elaborar, llevar la iniciativa. Es como si se sintieran más cómodos con ello. Sin embargo, había temores. Por eso los dos equipos estaban concienciados de la importancia de estar compactos y solidarios cuando el rival manejara el cuero.
De primeras, era el cuadro anfitrión el que pisaba área asturiana. Un par de saques de esquina para intimidar. Agua. El equipo rojiblanco –en Las Gaunas de rosa- se estiraba con un centrochut desde la derecha y un par de faltas directas que se marchaban fuera. Poco miedo. Aunque ya se intuía un mayor equilibrio que, en determinados momentos, no permitía a los blanquirrojos combinar como les gustaría.
El balón largo, de los locales, servía para buscar las cosquillas a una defensa adelantada a la que le costaba recular. Por ahí se podía hacer sangre. No hizo falta porque Sotillos se fabricó el 1-0. Anticipación en la medular, conducción con convicción en vertical, pase a la izquierda para que Ñoño centrara y el madrileño –este domingo de central en compañía de Caneda- a la primera puso el interior para cruzar ante Dani Martín. Espectacular.
Pintaba todo muy bien. No podía ser. En efecto. La alegría duró cuatro minutos. Córner a favor de la UDL. Jugada ensayada, segunda vez que se intentaba, y Paredes tira desde las frontal, rechace suelto y superioridad en la contra de los gijoneses. Carlos Cordero y Miguel Santos pugnan por la pelota y el zamorano llega antes al balón, lo intercepta. La acción continúa porque un visitante tiene la pelota, pero llega finalmente el lateral y despeja. Pero el árbitro pita y le muestra la roja a Miguel Santos. Otra jornada para hablar sobre los arbitrajes que ha sufrido el conjunto logroñés esta temporada.
El caso es que la expulsión, como es lógico, condicionó el desarrollo del partido. Titi se ubicó como lateral, mientras que Rubén Martínez le tapaba por delante. Para un día que el asturiano es titular y tiene que reubicarse, por circunstancias, a una posición que no le es nueva, pero que le obliga a tener que pensar más de la cuenta en tareas defensivas. La UDL ahora tenía que aguantar y esperar su oportunidad a la contra.
El Sporting B arrancó la segunda mitad con una mentalidad más ambiciosa. Eso se tradujo en que rápidamente lograron el empate. El lateral Adri Montoro la puso de lujo y Claudio Medina remataba, a placer, para superar a Miguel. Que el filial quería más era lógico. Para ello, Pablo Fernández se juntaba al goleador de la tarde para formar una delantera que sacaba dos cabezas a la pareja de centrales riojana.
La UDL, a bajar el ritmo, a pausar el encuentro y a intentar que la pelota le durara el máximo tiempo posible en sus pies. Y a que entre Marcos André, Rubén Martínez y Ñoño pudieran liarla. Los minutos pasaban y Titi dejaba su lugar a Zubiri. Precisamente, el de Lodosa iba a errar en un despeje que estuvo a punto de costarle el gol, ya que tras un centro lateral Claudio Medina obligaba a Miguel a realizar una gran parada. Sin embargo, tras el córner vino el 1-2. Centro desde la izquierda y remate de Cordero en fuera de juego que el asistente no vio. Miguel y Paredes vieron amarilla, incluso Sergio Rodríguez fue expulsado.
Pese al estado de crispación, algo normal tras los últimos dos encuentros, la UDL hilvanó una gran jugada por la izquierda y Marcos André tuvo el empate. Su remate, a puerta vacía, se marchó, incomprensiblemente, arriba. Un '9' que falla lo que no puede un '9'. Es la faceta en la que debe mejorar el delantero brasileño. Esta acción provocó que el Sporting B retrocediera metros. Los riojanos le pusieron casta, corazón y empujaron. Espina tuvo dos faltas directas. Era su oportunidad de redimirse esta campaña. Tendrá que esperar, tres jornadas le quedan. Incluso Miguel buscó la proeza, incorporándose al ataque, en el tiempo añadido con un saque de esquina y una falta lateral. Ahí murieron las mínimas opciones que tenía el equipo logroñés para estar entre los cuatro primeros.
Faltan tres partidos y el único objetivo de la UDL es sellar su participación, para la próxima campaña, en la Copa del Rey. Con acabar octavo en liga, teniendo en cuenta que hay tres filiales por delante, le es suficiente. De momento, cuenta con tres puntos de ventaja sobre el Tudelano, amenaza real de los blanquirrojos. Claro que los de Sergio Rodríguez tienen que ir al Sardinero, recibir a la Peña Sport y jugar en Merkatondoa con los dos conjuntos navarros jugándose la vida.
FICHA TÉCNICA
Sporting de Gijón B: Dani Martín; Adri Montoro, Víctor Ruiz, Cordero, Espeso; Azpiri (Pablo Fernández, min. 51), Cristian Salvador, Cayarga; Traver (Sanabria, min. 79), Claudio Medina (Pelayo Suárez, min. 89) y Isma Cerro.
UD Logroñés: Miguel; Miguel Santos, Caneda, Sotillos, Paredes; Titi (Zubiri, min. 65), César Remón, Salvador, Ñoño (Chamorro, min. 81); Rubén Martínez (Espina, min. 70) y Marcos André.
Goles: 1-0, min. 36: Sotillos. 1-1, min. 50: Claudio Medina. 1-2, min. 69: Cordero.
Árbitro: Pere Barceló Roca (Comité Catalán). Expulsó al local Miguel Santos (min. 40) por roja directa y al entrenador Sergio Rodríguez (min. 70). Amonestó a los locales César Remón (min. 43), Rubén Martínez (min. 61), Ñoño (min. 66), Miguel (min. 69), Paredes (min. 69) y Marcos André (min. 87) y a los visitantes Azpiri (min. 20), Víctor Ruiz (min. 66), Traver (min. 73) y Cristian Salvador (min. 91).
Incidencias: 2.764 espectadores en Las Gaunas, según informó el club organizador.