La decisión sobre la reapartura o no del 'caso Enaitz' se hará esperar

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El fiscal superior de La Rioja, Juan Calparsoro, afirmó este jueves que continuará estudiando si abre o no el caso del atropello de Enaitz Iriondo, ya que hay “aspectos jurídicos” que “quiere mejorar” antes de tomar una decisión. Posibilidad que aseguró “tomaré en este mes”.

Calparsoro realizó estas manifestaciones tras la reunión que mantuvo, esta mañana, en Madrid, con el fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas. Un encuentro que se prolongó por espacio de unas seis horas, que el fiscal superior riojano de calificó de “positivo”.

Afirmó que el hecho de prolongar el estudio del caso, se debe a que pretende hacer un informe “jurídicamente bien fundado, para que estén los cabos bien atados”. De todos modos, señaló que no tiene previsto volver a reunirse con Vargas, así como tampoco con la familia Enaitz Iriondo, ni con el conductor que lo atropelló, Tomás Delgado.

REGRESABA EN BICI

El 26 de agosto de 2004, Enaitz Iriondo regresaba al camping en bici después de haber estado en el pueblo, situado a dos kilómetros. Fue “tan cauto”, explicó hace unos meses su madre, Rosa María Trinidad, en la página web de STOP ACCIDENTES, que volvía al camping utilizando un camino vecinal que discurre paralelo a la carretera secundaria LR-111. “Sin embargo, al salir a la carretera LR-111, el conductor de un Audi A8 que circulaba a gran velocidad lo arrolló y lo mató”.

Un 'Informe Técnico' elaborado por un perito estableció que la velocidad instantes previos al impacto del turismo, tomó un valor de 173,9 kilómetros hora. El límite de velocidad máximo permitido en esa carretera era de noventa. “La frenada fue tan fuerte que las huellas de la frenada estuvieron allí durante casi un año”.

Del mismo informe, añadía la madre entonces, se puede concluir que el impacto no se produjo en el momento en el que se incorporó desde el camino a la calzada, sino que después que la bicicleta había circulado varios metros. A una velocidad de 173,9 kilómetros hora la distancia que se atraviesa es de 44,4 metros en un segundo. “Y desgraciadamente esto está en contraposición con lo que señala el atestado”.

“El impacto fue tan brutal dada la velocidad del coche que mi hijo voló por los aires a mas de 18 metros de altura, sobrepasando la luz de las farolas que estaban ubicadas en dicha carretera”, explicó.

No obstante, señaló, “tal como se realizó y redactó el atestado del accidente, no se dio ninguna importancia a la velocidad que iba el coche, destacando, únicamente, que Enaitz iba sin chaleco reflectante y casco”. Añadió a esto que “al conductor se le realizó el control de alcoholemia una hora y media después del accidente, e incluso entonces dio una tasa de 0,15 miligramos por litro de aire espirado”.

Posteriormente Delgado presentó una demanda contra la familia, en la que solicitaba el pago de los desperfectos de producidos en su coche por el atropello (valorados en 14.000 Euros) y además reclamó otros 6.000 euros por el tiempo en que tuvo que utilizar otro coche sustituto para trabajar. El día de la vista oral, el pasado 30 de enero, en el Juzgado de Haro, Delgado retiró la demanda civil, por lo que el juicio no se celebró.