La economía española se contrajo un 4% en tasa interanual en el tercer trimestre del año y un 0,3% en tasa intertrimestral, mejorando en ambos casos los registros del segundo trimestre gracias a un comportamiento menos negativo del consumo y la inversión, según los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Estos datos coinciden con las cifras avanzadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado 12 de noviembre, y difieren en una décima de lo calculado por el Banco de España, que esperaba un descenso intertrimestral del 0,4% y un retroceso interanual del 4,1%.
El dato trimestral del PIB muestra una desaceleración menos pronunciada de la economía española en comparación con el segundo trimestre del año, cuando el PIB se contrajo un 1,1%.
Por su parte, la tasa interanual del PIB del tercer trimestre (-4%) mejora en dos décimas la registrada en el trimestre anterior (-4,2%), dato que, para el organismo estadístico, demuestra que la “actividad global” ha moderado su contracción, “cambiando el perfil descendente que venía mostrando desde hace prácticamente tres años”.
Con la caída del PIB en un 4% en el tercer trimestre, ya son cuatro los trimestres consecutivos en los que la economía española registra tasas interanuales negativas, tras los retrocesos del 1,2%, 3,2% y 4,2% experimentados en el cuarto trimestre de 2008, y primer y segundo trimestre de 2009, respectivamente.
Asimismo, esta contracción del 4% contrasta con el avance del 0,5% que registró el PIB español en el tercer trimestre del año pasado.
Por su parte, la variación intertrimestral de la economía española se situó en el -0,3% en el tercer trimestre, atemperando en ocho décimas el descenso experimentado en el segundo trimestre (-1,1%). Con éste, ya son cinco los trimestres consecutivos en los que se contrae el PIB español, que oficialmente entró en recesión (dos trimestres de crecimiento negativo) a finales del año pasado.
El INE destacó que tanto la economía de la UE como la de la eurozona han mostrado en el tercer trimestre “evoluciones similares” a las del PIB español, al mejorar seis y siete décimas su evolución interanual, con un -4,3% y un -4,1%, respectivamente. Asimismo, recordó el organismo, todas las grandes economías europeas han reducido su contracción en este periodo, especialmente la holandesa y la austriaca, y en menor medida, la alemana y la británica.
Según explica Estadística, la contracción del PIB español en el tercer trimestre fue resultado de la menor contribución negativa de la demanda nacional, que pasó de -7,4 puntos a -6,5 puntos, frente a la reducción en siete décimas de la aportación positiva de la demanda externa al crecimiento, que pasó de 3,2 puntos a 2,5 puntos.
El PIB a precios corrientes retrocedió en el tercer trimestre un 4,4% en tasa interanual, aumentando en cuatro décimas su retroceso. De esta manera, el deflactor implícito de la economía se situó en el -0,4%, cifra seis décimas inferior a la del trimestre anterior. Por primera vez en la serie histórica, este dato ha sido negativo.
EL CONSUMO Y LA INVERSIÓN CAEN, PERO MENOS
El INE explicó que el comportamiento menos contractivo de la demanda interna se ha debido a la moderación en la caída del consumo familiar y de la inversión, que han mejorado sus resultados negativos aunque con distinta intensidad.
Así, el gasto en consumo final de los hogares atemperó su evolución negativa desde el -6% del segundo trimestre al -5,1% en el tercer trimestre como consecuencia de la “percepción menos negativa” que tienen las familias de la economía y de que la mayor parte de los componentes del gasto familiar presentaron en este periodo decrecimientos de menor entidad, como en el caso de las ventas de automóviles o del índice del comercio al por menor.
Por su parte, el gasto en consumo final de las administraciones públicas se desaceleró en el tercer trimestre desde el 5,2% al 4,9%, como consecuencia del menor ritmo de avance tanto de las compras de bienes y servicios como de la remuneración de los asalariados del sector público.
La formación bruta de capital fijo moderó su caída desde el -17,2% del segundo trimestre al -16,2% en el tercer trimestre gracias, principalmente, al comportamiento menos negativo de la inversión en bienes de equipo, que registró un retroceso del 24,3%, frente al -28,9% del segundo trimestre.
También se atenuó, aunque menos, la caída de la inversión en construcción, desde el -11,8% del segundo trimestre al -11,5% en el tercero. La inversión en vivienda prosiguió entre julio y septiembre su trayectoria descendente, con un retroceso del 25,5%, frente al -25,3% del segundo trimestre, mientras que las otras construcciones presentaron nuevamente tasas positivas, del 1,5%, destacando especialmente la obra en infraestructuras, vinculada sobre todo a las corporaciones locales y al AVE.
SE MODERA EL RETROCESO DE LAS EXPORTACIONES E IMPORTACIONES
Los datos de Estadística ponen de manifiesto que la demanda exterior redujo su contribución al PIB siete décimas en el tercer trimestre, hasta los 2,5 puntos. Tanto las exportaciones como las importaciones registraron tasas de crecimiento menos negativas, especialmente las segundas.
En concreto, las exportaciones de bienes y servicios registraron una variación del -11,1% en el tercer trimestre, frente al -15,1% del segundo, como consecuencia de la mejor evolución de la demanda nacional de los países destino, fundamentalmente de la Unión Europea. Por su parte, las importaciones de bienes y servicios desaceleraron su retroceso en el tercer trimestre de forma más intensa que las exportaciones, pasando del -22% al -17%.
Desde la óptica de la oferta, todas las ramas de actividad, a nivel agregado, registraron comportamientos similares o más favorables que en el trimestre anterior.
El valor añadido bruto de las ramas industriales redujo su caída más de un punto, hasta el 14,5%; el de la industria manufacturera repuntó desde el -17% hasta el -15,7%; el de las ramas energéticas subió desde el -9,6% hasta el -7,9%, y el de los servicios se estabilizó en el -1,3%.
MÁS DE 1,3 MILLONES DE EMPLEOS DESTRUÍDOS EN UN AÑO
El empleo, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, registró en el tercer trimestre una reducción del 7,2%, la misma que experimentó en el segundo, lo que se tradujo en la destrucción de 1,36 millones de puestos de trabajo en un año.
La mayor contracción de la ocupación se dio en la construcción (-24,3%), aunque el dato fue mejor que el del segundo trimestre (-25%). A continuación se situaron las ramas industriales y energéticas (-12,7%), las ramas agrarias y pesqueras (-4,5%) y las ramas de los servicios (-3%).
La productividad aparente del factor trabajo de la economía se situó en el 3,4% en tasa interanual, cifra dos décimas superior a la del trimestre precedente.
Por su parte, la remuneración de los asalariados se contrajo un 3,4%, seis décimas más que en el segundo trimestre, como consecuencia de la caída de la remuneración media por asalariado desde el 4,7% al 3,9%, compensada en parte por el mayor número de asalariados. De esta forma, el coste laboral por unidad de producto se desaceleró un punto, hasta el 0,4%, ocho décimas por encima del deflactor implícito de la economía.