El cardenal William Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano, ha asegurado hoy estar “entristecido” por el anuncio del Gobierno español de que elaborará una nueva ley sobre el aborto que entrará en vigor a finales de 2009 o principios de 2010. Levada ha pedido al Ejecutivo “diálogo” antes de cambiar la legislación porque el asunto del aborto “no es meramente político”, ya que “toca las raíces del género humano”.
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha respondido que la futura norma será fruto del “mayor consenso posible”, dentro del marco de la Constitución
.
De la Vega ha subrayado que los dos objetivos principales de la nueva ley serán “que las mujeres y los médicos se sientan seguros” y que “quede meridianamente claro en qué condiciones se puede abortar y en cuáles no”. La vicepresidenta ha añadido que “si se necesita o no una ley de plazos o de supuestos es algo que deben determinar los expertos y que finalmente decidirán las Cortes”.
Por su parte, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y arzobispo de San Francisco ha aludido a la encíclica del Papa Juan Pablo II El evangelio de la vida, donde, según ha explicado, se pueden hallar “muchos puntos para un diálogo” que debería ser “cordial y profundo con mayor atención a toda la historia de la cuestión”.
Por otro lado, El jefe de Obstetricia y Ginecología del Hospital Severo Ochoa de Madrid, Javier Martínez Salmeán, uno de los miembros del Comité de Expertos creado por el Gobierno para debatir la reforma del aborto, ha asegurado en la Cadena SER que la decisión de las mujeres debe tenerse en cuenta en las “primeras fases del embarazo” sin la “intervención de otras personas”, y combinar esto a su vez con otros sistemas que permitan interrumpir el embarazo fuera de ese periodo de gestación. Martínez Salmeán ha señalado que el objetivo es, valiéndose del derecho y de la experiencia de otros países de nuestro entorno, elaborar una ley “consistente”.