EL pH, el potencial del hidrógeno, mide el grado de acidez o alcalinidad de un organismo, variando sus valores del 0, que es el grado más ácido, al 14, el más alcalino. El organismo del cuerpo humano se mantiene equilibrado en un rango del 7,35 al 7,45. Sin embargo, si se ingieren alimentos muy ácidos de forma continua, este equilibrio podría verse amenazado ya que, para contrarrestar la acidez, el organismo humano debe hacer un sobreesfuerzo acosta de otras funcionas básicas del cuerpo, luego puede desarrollar otros problemas de salud relacionados con el peso.
En este caso, vamos a hablar de la relación que existe entre el cáncer y la alcalinidad, puesto que la alcalinidad también representa una mayor oxigenación del cuerpo y, cuando hay oxígeno en la sangre y un pH alcalino, las enfermedades lo tienen mucho más difícil para desarrollarse y evolucionar.
¿Qué es la dieta alcalina?
Se ha demostrado con numerosos estudios e investigaciones que las células cancerosas aumentan su crecimiento cuando se encuentran en un organismo muy ácido, debido a que los tejidos ácidos pierden su capacidad de intercambiar oxígeno, por lo que el bajo nivel de oxígeno resultante es el medio idóneo para la reproducción de las células cancerosas. Por este motivo, durante el tratamiento de la quimioterapia, es muy recomendable seguir una dieta alcalina, evitando, en la medida de lo posible, todos aquellos alimentos que sean demasiado ácidos para nuestro organismo.
Una dieta alcalina es una alimentación en la que se consume, principalmente, todos los alimentos alcalinos que tengan la capacidad de elevar el grado de pH en nuestro organismo y oxigenar todas las células. La forma de cocinar los alimentos o comerlos directamente en su estado crudo, también influye directamente en la alcalinidad que nos proporcionan los mismos.
¿Cómo beneficia al cuerpo la dieta alcalina?
La quimioterapia es uno de los tratamientos más duros a los que se puede someter una persona, deja al cuerpo sin fuerzas y sin energías, con un sistema inmunológico muy debilitado y vulnerable. Por esto, es muy importante ayudar a luchar al organismo con todos los medios posibles durante este tratamiento, y a recuperarse después del mismo.
La mejor forma de hacerlo es a través de la alimentación alcalina, ya que, además de dar la energía que necesita una persona, ayudará a luchar contra el cáncer desde dentro, creando las condiciones óptimas para que este no se pueda reproducir, y que la quimioterapia tenga un éxito rotundo. Cuando conseguimos unos buenos niveles de pH en nuestro organismo, debido a la ingesta de alimentos alcalinos, nuestro sistema inmunológico se fortalece y conseguimos que la células del cuerpo se oxigenen y puedan expulsar todas las toxinas.
Además de la dieta alcalina, podemos utilizar un sinfín de plantas medicinales que beneficiarán al cuerpo de diversas maneras, dándole más vigor, vitalidad y ayudándole a restablecerse de todos los desequilibrios y desajustes por los que ha podido pasa
¿Cuáles son los alimentos más alcalinos?
Con las técnicas de hoy en día, se puede diferenciar claramente los alimentos ácidos de los alcalinos, incluso dentro del grupo de estos últimos, se puede diferenciar cuáles son los más alcalinos y los menos. A continuación, se muestra una lista descendente de los alimentos alcalinos que podemos consumir para mejorar nuestra salud.
- Los alimentos más alcalinos, entre ellos destacan: agua alcalina con un pH de 8,8, la sal de Himalaya, la hierba de cebada, de avena y de trigo, el pepino, la col rizada, las espinacas, el perejil, el brócoli, los germinados, las algas marinas, las bayas goji, el limón y el pomelo.
- Alimentos muy alcalinos: aguacate, remolacha, pimentón y pimienta, el repollo, las berenjenas, apio, endivia, ajo, jengibre, judías verdes, lechuga, espárragos, cebollas, rábano, rúcula, tomate y el té verde.
- Alimentos medianamente alcalinos: alcachofa, coliflor, zanahoria, cebollas, calabacín, puerros, berro, coco, quinoa, espelta, lentejas, aceite de oliva, aceite de lino y aceite de coco.
- Alimentos neutrales o poco acidificantes: judías negras, garbanzos, seitán, pasas, melón, nectarinas, ciruelas, cerezas, sandía, amaranto, salmón, leche de arroz, leche de soja, anacardos, nueces, avellanas, mango, papaya y aceite de girasol.
Hay que recalcar que, cuantos más alimentos crudos se consumen, mejor será nuestra dieta, además de evitar totalmente las harinas, los azúcares y todos los productos procesados, ya que incrementan la acidez de nuestro organismo de una manera considerable. Otros de los alimentos que es preciso dejar de consumir desde el primer momento, cuando nos enfrentamos a una enfermedad seria, como es el caso del cáncer, es el alcohol y el café, así como todas las demás bebidas azucaradas, ya que son algunos de los alimentos más acidificantes para nuestro organismo. Por lo que se ha podido comprobar, en una dieta alcalina se consumen básicamente muchos vegetales, sobre todo, los de hoja verde, y frutas, agua y tés alcalinizantes.