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La intensidad como receta del cambio

Rioja2

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Ya llueve menos. Hace 5 jornadas, Sergio Rodríguez parecía estar más fuera que dentro. Llegó Félix Revuelta. Ofreció tranquilidad a todos y le dio confianza para que siguiera siendo el capitán del barco. 13 de 15 puntos sin encajar ningún gol y quinta posición, a 3 de los puestos de fase de ascenso. El técnico logroñés le ha dado la vuelta a la situación. Ritmo, intensidad y verticalidad, además de caras nuevas, caso de Bobadilla, Juan Iglesias o Víctor López -el cual este domingo no fue de la partida y actuó un cuarto de hora-. Seguramente el juego no es el que todos apuntaban durante la pretemporada, donde los resultados habían ocultado algunas deficiencias, pero esta nueva versión de la Unión Deportiva Logroñés evidencia más seguridad defensiva, un mayor trabajo colectivo y va dando algunos apuntes de la capacidad que tiene este equipo para generar.

Lo hizo además con otros hombres a los habituales en las jornadas precedentes. Ander Vitoria y Ñoño eran titulares en detrimento de Olaetxea y Víctor López. Además, Andy se lesionaba pasados los 10 minutos y César Remón entraba al campo. Es decir, que se han recuperado futbolistas para la causa. Una gran noticia. De partida, no varió el discurso al exhibido en este último mes. Presión, intensidad y más velocidad de balón, además de una mayor movilidad de los blanquirrojos.

Ñoño avisaba casi en el arranque con un centro raso que no encontró rematador. El andaluz, por el costado zurdo, fue un puñal. Tiro alto instantes después. Insistió hasta que marcó. Fue de falta directa. Una muestra más de que la confianza y los resultados ayudan. A partir de ese momento, se vio a otra UDL. La que sabe salir a la contra. La que roba y monta transiciones vertiginosas. Ahí se pudo romper la historia. Rubén Martínez fue el guía, el que la llevaba pegado al pie, el que decidió a quién pasar. Bien hecho. Primero apostó por Ander Vitoria, el cual estuvo algo lento, dudó y cuando quiso tirar llegó Simic para mandar a córner. Acto seguido, el balear se la dejó a Ñoño. El andaluz lo vio claro y chutó con la derecha. Se marchó desviado.

Hasta el descanso, una buena jugada colectiva finalizada por Flaño con un tiro raso cruzado y polémica con una caída de Rubén Martínez en el área del Amorebieta. En la segunda mitad, el cuadro de Íñigo Vélez parecía que daba un paso adelante, que quería aproximarse a Miguel. Aunque el mayor peligro de los visitantes vino porque la UDL quiso elaborar, arriesgar. El capitán supo rectificar tras un mal golpeo y la presión vasca complicó la vida en un par de ocasiones aunque sin consecuencias. En esas que apareció Marcos André para evitar las dudas. Golazo y a dormir el choque. Era la intención. Para eso salió Olaetxea, para que el cuero fuera más claro de los logroñeses, para que el Amorebieta ni pensara en reaccionar.

Sin embargo, el Amorebieta se adueñó de la pelota y aunque apenas inquietó la UDL dejó hacer en aras de una contra letal para aumentar la cuenta. No llegó. Los recursos de los visitantes fueron escasos y previsibles. Algún que otro centro lateral, sin remate, y acciones a balón parado, sin excesivas consecuencias. Así que otro paso más para recuperar el lugar que quiere este equipo.

Ficha técnica

UD Logroñés: Miguel; Juan Iglesias, Caneda, Bobadilla, Flaño; Rubén Martínez, Andy (César Remón, min. 13), Salvador, Ñoño (Víctor López, min. 75); Marcos André y Ander Vitoria (Olaetxea, min. 57).

Amorebieta: Magunagoitia; Ibarbia, Simic, Arregui, Aurtenetxe; Martins; Múgica (Orozco, min. 78), Ortega, Bilbao (Andoni Fernández, min. 46), Seguín (Abella, min. 61); y Tascón.

Goles: 1-0, min. 23: Ñoño. 2-0, min. 62: Marcos André.

Árbitro: Alberto Lou Ballano (Comité Aragonés). Amonestó al visitante Seguín (min. 27).

Incidencias: 2.700 espectadores en Las Gaunas, según informó el club organizador.