En las primeras horas de este miércoles, la presencia del yihadismo en La Rioja volvía a ser noticia. La Guardia Civil detenía a un marroquí acusado de adoctrinamiento y enaltecimiento del terrorismo. Al parecer, había llegado a Calahorra procedente de Pamplona, donde se le había vinculado con Salim Aghmir, detenido en diciembre de 2015 por reclutar miembros del Estado Islámico.
No es la primera vez que el terrorismo islámico vinculado a La Rioja ocupa titulares. En julio de este mismo año se desvelaba que los tres jóvenes paquistanís detenidos por yihadismo en Lleida habían residido en Logroño hasta el año 2009.
En 2015 los Estados Unidos señalaban locutorios de Logroño como parte de la red de financiación de la yihad. Precisamente, en enero de 2009, un locutorio fue investigado en la calle Santos Ascarza de Logroño.
No son sólo investigaciones y casos aislados. El riojano Fernando Reinares, investigador principal y director del Programa sobre Terrorismo Global del Real Instituto Elcano, desvelaba hace unos meses a Rioja2 la financiación de un atentado terrorista desde Logroño. En 2003 fue detenido aquí un yihadista paquistaní que envió el dinero con el que se adquirió el camión conducido por un terrorista suicida que, en una operación planificada por el directorio de Al Qaeda, ocasionó la muerte a más de veinte personas, la mayoría de ellas de nacionalidad alemana, que visitaban una antigua sinagoga en la isla de Yerba en Túnez.
Apuntaba también Reinares en aquella entrevista dos de los principales responsables del Grupo Islámico Combatiente Marroquí en España que residían en Autol antes del 11-M.
Para el riojano, uno de los principales expertos a nivel mundial en materia de terrorismo islámico, lo fundamental en este momento es “evitar que entre los descendientes de la numerosa diáspora de origen paquistaní o magrebí asentada en La Rioja se produzcan procesos de radicalización yihadista”. Considera que “el papel de las instituciones y de la sociedad civil, tanto en el nivel del gobierno autonómico como del local, es esencial”.
Según un informe elaborado por el Real Instituto Elcano, las motivaciones de estas personas para adherirse al Estado Islámico son de carácter ideológico o utilitario. Señala que, según los testimonios orales o escritos de muchos de los detenidos, “el odio, principal pero no exclusivamente hacia occidentales que son descritos como infieles y hacia chiíes considerados apóstatas, está generalizado entre ellos y a menudo se combina con otro tipo de motivaciones individuales”.
En cuanto al perfil de los detenidos, el RIE apunta a hombres jóvenes, casados y con hijos, tanto españoles como marroquíes, en su mayoría con estudios secundarios. “No es inusual que tengan antecedentes penales (...), su conocimiento del islam y de la sharía o ley islámica suele ser elemental”, explican.
Barcelona sigue siendo considerada la provincia con mayor movilización del Estado Islámico y Ceuta el foco de detenidos de nacionalidad española.